Si les preguntaran a los trabajadores del Banco de Sangre de 23 y 2, en El Vedado, o a los del Instituto de Medicina Legal, también de La Habana, si se consideran héroes, de seguro dirán que no. Sin embargo, la entrega demostrada por ellos tras el trágico accidente en el capitalino hotel Saratoga, les ha hecho merecedores de la Bandera de Proeza Laboral.
En la entrega del estandarte al Banco de Sangre de 23 y 2, se reconoció con el Sello al Mérito, Humanismo y Sensibilidad a 10 departamentos de esa institución de salud.
En la fundamentación, el doctor Norman Nápoles Umpierre, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Salud en La Habana, resaltó que, desde el momento mismo en que conocieron de los sucesos en el "Saratoga", se prepararon para recibir al pueblo, "con la experiencia de saber que se presentaría masivamente para dar su aporte humanista y solidario".
Agregó a ello el trabajo realizado en el procesamiento de la sangre durante varias jornadas, en las cuales no midieron el tiempo transcurrido, sino la importancia de su trabajo.
En el acto en el Banco de Sangre, al igual que en el realizado en el Instituto de Medicina Legal de La Habana, se encontraban presentes el doctor Rolando Yero Travieso, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC); el doctor Emilio Delgado Iznaga, director provincial de Salud, y Alfredo Vázquez Pérez, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba en la capital del país.
En el Instituto de Medicina Legal, único centro sanitario de la provincia que ejecuta servicios de salud vinculados a la práctica médico-legal, el doctor Noyman Nápoles expresó que, tan pronto se conoció la ocurrencia del accidente y la posibilidad real de la existencia de algún fallecido, de inmediato un equipo de la institución se personó en el lugar, mientras otros permanecían en el centro, en espera de lo que podía haber acontecido, y se activaron diversos protocolos establecidos para tiempos de desastres y otras situaciones especiales.
Destacó que, a partir de ese momento, comenzó un trabajo intenso por todos los trabajadores, el cual fue posible realizar con la calidad y profesionalidad mostrada gracias al actuar de un grupo miltidisciplinario "que rebasa los muros del edificio de Medicina Legal, como son los compañeros de Criminalística y del Ministerio del Interior, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, cuadros del PCC, el Gobierno y la Dirección Provincial de Salud, que garantizaron el aseguramiento necesario, así como también los de Servicios Necrológicos, que trasladaron hacia el centro y sus lugares de destino a los fallecidos".
Toda esa entrega y el humanismo con que acogieron una labor tan sensible, durante la cual, según destacó el doctor Sergio Ravel, director de Medicina Legal, hubo quienes no fueron a sus casas hasta que se identificó el último cadáver, hicieron merecedor al Instituto de Medicina Legal de la Bandera de Proeza Laboral. (Tribuna de La Habana)