Hace 69 años, un grupo de jóvenes liderados por Fidel Castro honraron al Héroe Nacional cubano, asaltando los cuarteles Carlos Manuel de Céspedes y Guillermón Moncada, bastiones de la tiranía de Fulgencio Batista en Bayamo y Santiago de Cuba, respectivamente.
La acción militar fue un fracaso, pero no marcó la muerte de una idea, sino su
germinación.
Era el comienzo del fin de una dictadura proyanqui, que cayó definitivamente en menos de siete años, a manos de
aquellos jóvenes de la Generación del Centenario del natalicio de José Martí, vanguardia de un pueblo que se le sumó en masa.
El “Moncada” de los
habaneros de hoy es la batalla económica, que redunde en más bienes y servicios
con precios no inflacionarios.
Es también NO bajar
la percepción de riesgo frente a la epidemia de COVID-19, cuyo control fue
posible por la voluntad política del Gobierno de Cuba, la calidad profesional y
humana de sus científicos y personal de la salud y al vertiginoso desarrollo de
la biotecnología.
El “Moncada” de hoy
está en las redes sociales y en todas aquellas plataformas donde se nos hace la
guerra de pensamiento alertada por Martí, que se gana también a
pensamiento.
Dificultades hay y habrá, pero lo que no puede faltar es el espíritu de victoria de los moncadistas, de los expedicionarios
del Granma, de los combatientes de la Sierra Maestra, que convertían los
reveces en acicate para empinarse y buscar nuevas victorias.
Gracias a los que lucharon, a los miles que cayeron en la
contienda, al pueblo que abrazó la causa independentista, hoy tenemos patria y
soberanía.
Hoy tenemos una historia hermosa, cuyo martirologio nos incita a sostener sobre los hombros a esta Cuba rebelde, firme y solidaria, faro de esperanza para muchos pueblos del mundo. (Radio Ciudad de La Habana)