El ahorro de electricidad, además de un deber diario de cada ciudadano, constituye hoy una necesidad para contribuir a la disminución de los “apagones” en Cuba, situación que se convierte en imperativo en La Habana, consumidora del 30 por ciento de la electricidad generada en el país.
La Empresa Eléctrica de La Habana (EEH) atiende a 853 mil 238 clientes, diseminados en los 15 municipios del
territorio capitalino.
En la estructura tecnológica
eléctrica, la entidad dispone de nueve mil 206.16 kilómetros de líneas de
distribución primaria, secundaria, transmisión y subtransmisión.
En los principales objetivos de
trabajo en sus unidades básicas empresariales, direcciones funcionales y 36
oficinas comerciales, se analizan el estado de las redes eléctricas, la contratación
o financiamiento de energía solar a la Unión Nacional Eléctrica, las inversiones
de la empresa y el comportamiento del alumbrado público, explicó el ingeniero
Mario Castillo Salas, director general de la EEH.
En los Consejos de Dirección de
la entidad, se chequean diariamente el estado de las redes de subtransmisión,
de las de distribución primaria y secundaria, los servicios en el más de medio
millón de acometidas que benefician a los clientes, con su correspondiente
calidad, la situación problemática del arbolado cercano a las líneas
eléctricas, además de las acciones de podas para disminuir las interrupciones, agrega
Castillo Salas.
El directivo subraya que cada objetivo de trabajo tiene su plan de acción, medidas, tareas específicas en las áreas de resultados clave y demás dependencias que responden a las indicaciones de la llamada Tarea Ordenamiento, para contribuir al perfeccionamiento de la Unión Eléctrica, como Organización Superior de Dirección Empresarial, y del Ministerio de Energía y Minas, como Organismo de la Administración Central del Estado, en beneficio del desarrollo económico y social del país. (Ramón Lantigua Arcis. Foto: Cubadebate)