En un mundo patriarcal como en el que vivimos, cuando se piensa en mujeres que manejan redes para el trasiego de agua o a pie de obra encargadas de una brigada repleta de hombres, la idea parece descabellada para algunos, aunque no son pocas las que realizan esas funciones.
La máster en Ciencias e ingeniera Mirna Carrazana Téllez es una de
ellas, cuyo currículo habla por sí solo y da cuenta de cuánto han logrado las
mujeres en Cuba, en pos de garantizar un derecho vital como es el acceso seguro
al agua.
Carrazana Téllez se desempeña hoy
como directora comercial de la Empresa Aguas de La Habana, sección encargada de
llevar a vías de hecho la facturación de los servicios de acueducto y
alcantarillado que brinda la entidad.
Graduada de Ingeniería Hidráulica
en 1988, en la que hoy conocemos como Universidad Tecnológica de La Habana José
Antonio Echeverría (Cujae), esta mujer es una muestra de que el valor y el
trabajo no tienen género.
Para mi familia fue un reto porque siempre pensaron que era una carrera para hombres, lo cual se desmintió el primer día de clases, y mi graduación fue una de las más numerosas en mujeres, incluida Inés María Chapman Waugh, quien fue presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y hoy es vice primera ministra de la República, remarcó.
Carrazana Téllez contó que ha
tenido experiencias laborales en varios sitios, como el otrora Acueducto
Provincial de la capital cubana y el Grupo de Redes Técnicas del municipio de
La Lisa, donde se desempeñó como especialista en Recursos Hídricos hasta la
fundación de Aguas de La Habana en 2002.
Desde esa propia fecha, forma parte de los trabajadores de la que es en la actualidad una de las empresas más demandadas de la urbe habanera.
Desde 2005, esta mujer lleva las
riendas de la Dirección Comercial que, según expresó, se caracteriza porque
casi todos sus miembros son mujeres y cada una sabe la tarea que debe asumir
porque todas son muy organizadas y emprendedoras.
Pocos o casi ninguno se resiste a las órdenes de Carrazana Téllez y, al
decir de esta directiva, se trata de personal con muchos años de experiencia a
los cuales le honra dirigir.
Cada día me lleno de orgullo, y más después de ver cómo se enfrentó el reciente gran incendio en Matanzas y el apoyo dado por los carros cisterna (pipas) conducidos por personal de la empresa en la primera línea, abasteciendo agua para mitigar el incendio, subrayó esta fémina, que en 2020 recibió la condición de Profesional de Alto Nivel, que concede la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba.
A Carrazana Téllez la mueve el sentido de pertenencia en Aguas de La
Habana porque ese colectivo trabaja en función de un servicio vital que
constituye un derecho para el desarrollo sostenible, al que se aspira la nación
para 2030.
Subrayó que esa entidad se
reinventa diariamente y no cesa en su intento de que el líquido llegue a sus
destinos sin problemas, pero hay factores objetivos que afectan al país, y el sector
hidráulico no es la excepción.
Tenemos problemas y carencias en medio de un plan ambicioso de “cero pipas”, que equivaldría al abasto de agua seguro a la población mediante redes hidráulicas y que sea un proceso cíclico en que pueda devolverse el agua al medio del que se ha tomado sin contaminación, precisó.
Puso como ejemplo que, aunque las tuberías se producen en Cuba, la
mayoría de los accesorios que las acompañan son importados.
Ahora se realizan algunas acciones
con las nuevas formas de gestión no estatal, a fin de enfrentar esa situación,
que es todavía una gran limitante para muchas obras que necesitamos emprender.
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| Mirna no conoce los imposibles, cuando de trabajar se trata. |
Mirna Carrazana Téllez es de esas mujeres que no cesan en sus batallas, pues ni las limitaciones materiales ni una pandemia inesperada han podido con ella.
Con la COVID-19, no dejamos de trabajar y nos dedicamos en el período más difícil a reparar y darles mantenimiento a las redes hidráulicas y sanitarias de los laboratorios de BioCubafarma y otros centros científicos, como el de Inmunología Molecular, de Ingeniería Genética y Biotecnología, Novatec y MedSol, donde se laboró de manera acelerada para que su personal centrara los esfuerzos en la producción de medicamentos y vacunas, expresó.
Fue un momento de mucha tensión porque tengo a mi madre de 78 años a la que a veces no veía, al preferir mantenerme distanciada para no contagiarla y, por suerte, lo logré, afirmó.
Ella continúa robándoles horas al
descanso y a la familia, por eso a ratos lamenta no poder pasar más tiempo con
los suyos, pero vive convencida de que pertenecer al sector hidráulico fue su
mejor elección.
La Ingeniería Hidráulica es una carrera que, una vez que llegas a ella, es muy difícil desprenderse porque se te mete en las venas, y creas una familia por toda Cuba, en la cual nos preocupamos los unos por los otros, significó.
(Redacción digital. Con información de la ACN. Foto de la cuenta en Facebook de Mirna Carrazana Téllez)
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