El llevar medicamentos cuando se va de viaje es una situación de la vida cotidiana que demanda estar bien informados sobre lo que se puede y no hacer, lo que es correcto o incorrecto.
Muchos de los viajeros llevan en sus viajes, ya sea por necesidad o por
precaución, los medicamentos que pueden necesitar durante el tiempo que tome la
travesía.
Desde antinflamatorios o antipiréticos hasta medicamentos específicos para una determinada enfermedad o dolencia, son incontables los fármacos que pueden acompañar al viajero, para los que deben crearse las condiciones de traslado seguro y ordenado, subraya Diana García, licenciada en Ciencias Farmacéuticas y máster en Farmacia Clínica por la Universidad de La Habana.
Antes de subir a un avión o cruzar una frontera con medicamentos, se
deben tener en cuenta requisitos tan importantes como llevar el prospecto,
mantener el medicamento debidamente etiquetado y, en caso de que proceda,
acompañarlo de su correspondiente receta médica, añade García, diplomada en
Gerencia de Salud de los Servicios Farmacéuticos.
De forma general, para viajar con medicamentos se aconseja llevarlos todos en el equipaje de mano, dentro de sus envases originales y adecuadamente etiquetados, tal como se venden en la farmacia, aclara la especialista.
La conservación de los
medicamentos durante los viajes -agrega-es otra cuestión importante a
considerar: los preparados farmacéuticos mantenidos en condiciones de
temperatura inadecuadas, pueden deteriorarse y comprometer la vida del enfermo,
por lo que resulta importante atender a la conservación de los medicamentos
durante el viaje para evitar que se afecte su calidad.
Indica la experta que, tanto los medicamentos que necesitan mayor frío como los que resisten el calor deben transportarse en un embalaje isotérmico adecuado, ya que es relativamente fácil que se superen temperaturas inadecuadas durante los viajes, como sucede con las maletas que se transportan en las bodegas de aviones, como las que se llevan en el interior de los autos cuando son estacionados al sol en verano.
Los que requieren conservarse de 2º a 8° Celsius deben ser
transportados en condiciones que respeten la cadena de frío empleando un
embalaje isotérmico refrigerado y cuidando de no provocar la congelación del
producto, explica la especialista.
Aclara que, en el caso de los
medicamentos cuyo rotulado indica conservar a una temperatura inferior a 25º o
a 30° Celsius, algunos días de exposición a temperaturas superiores a 30° no
tendrán efecto sobre su calidad.
Sin embargo, no deben quedar expuestos mucho más tiempo a temperaturas elevadas, como las que frecuentemente se alcanzan en los maleteros o en el interior de los autos que transitan a pleno sol, especifica.
Como medida de seguridad, se aconseja transportarlos en un embalaje isotérmico no refrigerado, concluye en su artículo la experta en Buenas Prácticas de Distribución de Medicamentos. (Redacción digital. Con información de Habana Radio)