El presidente cubano recorrió los nuevos servicios levantados donde antes existía un gran basurero: bodega, cafetería, panera, punto de venta de productos del agro, con el abastecimiento de la cooperativa cercana; dos parques, uno infantil y otro de estar; área deportiva y biosaludable.
Aconsejó no desaprovechar las oportunidades, priorizar lo que en el hacer creativo favorezca a la mayoría, fiscalizar el trabajo; cuidar, de conjunto, lo que tanto esfuerzo ha costado, y explotar al máximo todas las áreas cultivables, con el pensamiento puesto en la autosuficiencia del barrio, a partir del aporte de sus propios moradores.
En su andar, en compañía de Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del PCC en La Habana; Yanet Hernández, vicegobernadora de la capital, y las autoridades del municipio, Díaz-Canel saludó e intercambió con los vecinos que se congregaron para recibirlo.
Durante el recorrido, se detuvo en la casa de Yenisey de la Caridad Nieto, joven madre de cuatro menores, a quien le construyeron una casa desde los cimientos, con paredes de bloque y cubierta ligera, conformada por sala-comedor, baño, cocina y tres habitaciones.
El techo clasifica con el problema principal de la localidad, de 267 núcleos y poco más de 800 habitantes; pero hoy se emprenden acciones para revertir tal panorama. Se han reparado las fachadas de un grupo importantes de viviendas, se culminó la rehabilitación total de otra, perteneciente a un caso social, se construyen cuatro para otras madres con tres o más hijos y, además, se entregan recursos para la edificación o reparación por esfuerzo propio.
Luminarias, registros de alcantarillados y acometidas, nuevas o rescatadas; tanque séptico, teléfonos públicos, recién estrenados; supresión de salideros; legalizaciones, entregas de viviendas…, de estas y otras realizaciones supo Díaz-Canel en su visita; parte de un plan que ha de extenderse hasta 2030 y harán de La Federal un barrio con "todas las de la ley", envidiable.