Museo Nacional de Bellas Artes: muestra escultórica La elocuencia del silencio


Con la idea de saldar una vieja deuda con la escultura y hacer realidad viejos sueños, el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) organizó la muestra La elocuencia del silencio, que en el patio del  edificio de Arte Cubano agrupa obras de 10 artistas.

La muestra contiene obras de Alberto Lescay, Eliseo Valdés Erustes, Gabriel Cisneros Báez, Guillermo Ramírez Malberti, Hander Lara Figueroa, José Villa Soberón, Lidia Aguilera Sánchez, Rafael Consuegra, Tomás Lara Franquis y Tomás Núñez (Johnny).

Delia María López Campistrous, curadora de la exposición, junto a Tomás Lara Franquis, declaró que ha transcurrido un tiempo desde que la primera exposición de esta manifestación en el MNBA reunió a José Villa Soberón, Rafael Consuegra y Lara, en 2018. Entonces, se decidió que el patio se convertiría en un espacio transitorio para la llamada "cenicienta de las artes".

Aunque el impasse que representó la pandemia de COVID-19 y dificultades con la disponibilidad de los materiales para la producción de algunos proyectos, fueron un obstáculo en el camino, “se persistió en la idea de que, cerrando la exposición de Kcho, los escultores debían volver a tomar el espacio del patio de Bellas Artes.

“En esta ocasión por la diversidad de edades, de estéticas, de materiales con los que ellos trabajan, el concepto curatorial empezó a moverse alrededor del soporte como elemento en la construcción del discurso de cada una de las piezas”, explicó.

La elocuencia del silencio, que estará expuesta hasta inicios de febrero de 2023, incluye a dos Premios Nacionales de Artes Plásticas (Villa Soberón y Lescay) y a escultores con una magnifica trayectoria, muchos de ellos profesores de los niveles de enseñanza artística, con una importante incidencia dentro del campo de la escultura.

López Campistrous definió la coexistencia de dos líneas dentro del discurso curatorial; una, figurativa representativa por los propios elementos que componen las obras, unido a la reflexión sobre esta  manifestación artística, “sobre sus vicisitudes, sobre la necesidad de renovación”, como es el caso de las piezas de Cisneros, de Lara, que reflexiona acerca de la influencia mutua entre la crítica y la labor artística.

La otra, dijo, se mueve más en el espectro de la abstracción, pero también con una reflexión sobre el ser humano, sobre las condiciones de vida que en algunos casos están también marcadas por la propia etapa de producción de las obras y de lo que vivimos en esto en estos años de la pandemia.

En la apertura de la muestra, el director del MNBA, Jorge Fernández, destacó la necesidad de dedicar este espacio a la creación escultórica, como recientemente se hizo con la arquitectura, en la muestra Del museo real al museo imaginado, abierta en julio en el edificio de Arte Universal. (Redacción digital. Con información de Tribuna de La Habana)

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