El Programa de Transformación de Barrios Vulnerables fue centro de atención en el Taller Implementación de la Nueva Agenda Urbana (NAU) en La Habana, que acogió durante dos jornadas el hotel Vedado, de la capital de Cuba.
Los participantes realizaron los análisis a partir de la visión de las
distintas categorizaciones: barrios degradados, precarios o informales y sus condicionales
de vulnerabilidad, que demandan cambios y mejoras, ya sea por falta de
mantenimiento; insuficiencia o carencia total de infraestructura; hacinamiento u
otras dificultades.
Asimismo, valoraron buenas
prácticas, como las aplicadas en el barrio La Güinera y su entorno, en el
municipio de Arroyo Naranjo, y las desarrolladas en el centro histórico de
Guanabacoa, por solo citar algunos ejemplos.
De igual manera, apuntaron hacia tareas importantes para asumir, como la reubicación de asentamientos creados en la Cuenca Almendares-Vento, lograr en los municipios aglutinar a escala local a los diferentes actores que intervienen en la implementación de la Nueva Agenda Urbana y la necesidad de que los datos que se recopilen para crear el mapa de transformación integral sean suficientes para categorizar las vulnerabilidades y las acciones que estas demandan.
El Arq. José Mena Álvarez,
director de Urbanismo del Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y
Urbanismo (INOTU), se refirió a las proyecciones en función de la
implementación de la NAU y a los trabajos que necesitan los barrios para
avanzar en ese propósito; enumeró la conclusión de los estudios y elaboración
de los planes para conducir las transformaciones.
También apuntó que, donde se puedan hacer intervenciones totales se valore la posibilidad de evaluar y aprobar por excepcionalidad la legalización, por ser necesaria para el completamiento de la urbanización.
Hizo referencia al carácter participativo de las acciones y a la
creación de facilidades de pago y acceso diferenciado a recursos y subsidios,
como medida asociada a las reparaciones.
Con el método Dinámica Grupal,
los presentes analizaron asentamientos que, por sus condiciones, pueden
incorporarse al Programa de Transformación Integral: el Traviesa, en el
municipio Marianao; El Rosario, en Arroyo Naranjo; San Felipe, en La Habana
Vieja, y San Nicolás, en la localidad de Regla.
También hicieron propuestas de
acciones para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, como ejercicio
práctico, que posteriormente informaron en plenario, a modo de intercambio de
experiencias.
Las Agendas Urbanas Compartidas en el desarrollo de las ciudades fue otro aspecto abordado en la sesión final, además de los metadatos y otros instrumentos útiles para la construcción de indicadores en todo campo temático.
En las conclusiones de la cita, la
Dr. Arq. Ibis Menéndez-Cuesta, subdirectora general de Planeamiento, valoró los
avances de la implementación de la NAU en La Habana y en Cuba, los retos y
desafíos, que también compartió en declaraciones para Radio Ciudad de La Habana:
En las palabras finales,
Menéndez-Cuesta dejó un mensaje a los presentes:
“Para la adecuada transformación de las ciudades, se requiere articulación entre todos los que intervienen en el proceso y se demanda control y evaluación”.