Hablar de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) es hablar de campesinos, de todo ese movimiento que existe en Cuba y que está dándolo todo frente al bloqueo de Estados Unidos, afirma, con convicción y orgullo el usufructuario Miguel Cobas Calzado.
Este hombre, curtido en el
trabajo, es socio de la Cooperativa de Créditos
y Servicios Juan Bruno Zayas (de referencia), única entidad de su tipo en el municipio
habanero de Cerro, entidad con alta representación de mujeres y jóvenes y que ostenta
la Bandera de Honor Niceto Pérez.
Cobas Calzado fue uno de los
tantos anapistas participantes en la asamblea de renovación o ratificación de
mandatos, a propósito del aniversario 65 del Primer Congreso Campesino en
Armas, quienes alzaron sus voces para ratificar el apoyo a la Revolución cubana
y la condena a la hostilidad del Gobierno estadounidense contra el país
caribeño.
Frente a las severas carencias ocasionadas por tal genocida política norteamericana contra Cuba, Cobas Calzado resaltó programas de desarrollo territorial en su finca Niña Moza, como el dedicado al desarrollo ovino-caprino, fundado por el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Tengo el objetivo de hacer cada vez más una finca diversificada de
cultivos varios, y desarrollar la cría de cabras, como parte de los planes de
desarrollo vinculados con la ciencia, puntualizó.
Este productor de avanzada dijo que el propósito del programa, apoyado por la Asociación Cubana de Producción Animal, es producir leche para niños y ancianos intolerantes a la lactosa.
Tales empeños forman parte de la respuesta concreta del campesinado frente a la obstinada política agresiva, inhumana y extraterritorial norteamericana. (Alberto Riesgo. Fotos del autor y Tribuna de La Habana)