Tras las huellas de Italia en La Habana (+ fotos)


Con un recorrido sobre las huellas dejadas a lo largo de los siglos por italianos en La Habana y el mundo, se inició el VI Seminario histórico sobre la emigración y presencia italiana en Cuba, como parte de la XXIV Semana de la Cultura de ese país.

Michael González, director de Patrimonio de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), condujo a participantes del seminario por sitios vinculados a la historia de los vínculos entre las dos naciones: la Plaza de Armas, el Palacio del Segundo Cabo -con su escultura del Almirante de la mar Océana, Cristóbal Colón-, la calle Obispo, donde una placa recuerda la visita de Giuseppe Garibaldi, en 1850; y la Plaza de Santo Domingo, con su escultura de Dante Alighieri, del escultor cubano José Villa Soberón.


Un paseo corto, pero lleno de historias, investigaciones y anécdotas. La reflexión de González es aplastante: si en esas breves cuadras hay tantos vestigios de la presencia e influencia de Italia en Cuba, cuántos más no habrá por toda la ciudad y el país.

Roberto Vellano, embajador de Italia en Cuba. Foto: Raquel Sierra

Justo sobre eso versó el seminario, que fue inaugurado por el embajador de Italia en Cuba, Roberto Vellano. En sus palabras de apertura, el diplomático agradeció al Palacio del Segundo Cabo por acoger y organizar el seminario y se refirió a la tradición de realización de este tipo de seminario durante 20 años, que vio nacer numerosos estudios sobre el tema.

Las relaciones bilaterales, comerciales y de la cooperación al desarrollo, dijo, son amplias, “pero no se podrían entender sin referencia a su base cultural e histórica, hecha por presencias concretas de hombres y mujeres que a lo largo de los siglos cruzaron el océano y viajaron entre Italia y Cuba, y crearon este entramado de referencias, de curiosidad, de interés recíprocos, de simpatía”.

Por ello, consideró, es tan importante estudiar la historia de las relaciones y profundizar en el conocimiento de esta red de intercambios y de presencias, que desde los primeros años después de los primeros viajes de Cristóbal Colón existen entre nuestros y nuestras culturas.

Aunque los flujos de migración italiana hacia el Caribe no fueron tan grandes como aquellos que llegaron sobre todo en los siglos XIX y XX, a Brasil, Argentina y Estados Unidos, “han sido muchas las personas de origen italiano que han marcado el comercio, el arte, la arquitectura y la política”.

Foto: Raquel Sierra

Razón de ser

Dedicado a homenajear a los notables investigadores Fernando Ortiz y Domenico Capolongo, cuyas aportaciones desvelaron el pasado común a ambos lados del océano Atlántico, el seminario tuvo como primer panel La presencia italiana en Cuba, con Los principales artistas italianos en Cuba, a cargo de la profesora María de los Ángeles Pereira, quien se refirió a las huellas que han dejado numerosos maestros italianos a la escultura en Cuba.

Sobre las discrepancias y ruptura entre el estudioso cubano Don Fernando Ortiz y el italiano Orestes Ferrara, disertó Félix Julio Alfonso, rector del Colegio Universitario de San Gerónimo, mientras que Luis Edel Abreu, se refirió a los aportes de Fernando Ortiz en la historiografía.

Moderada por el profesor Óscar Zanetti, la segunda mesa abordó La inmigración italiana y sus huellas en Cuba, con los ejemplos de la Casa Luis Mion, dedicada a la producción de granito, y cuyas evidencias permanecen en muchos portales de La Habana Lorenzana Benigno, en tanto sobre Aldo Gamba y su escultura El beso del mar, expuso Teresita Labarca, seguida del tema Los Simonetti, una singular familia de profesionales.

Raíces, huellas y causas incluyó los temas Sobre mis ancestros italianos, de Dionisio Andrés Soto; Graciela Pogolotti, destacada intelectual cubana, de Yanitza Ricardo y Efraín Lauzón e Italia, historia bélica y emigración, de Mario Rizzo.

Foto: Raquel Sierra

Semana intensa

Vellano destacó que esta jornada le sucede a otras iniciativas culturales como la presencia de Italia en el Festival Internacional de Ballet y en Habana Clásica, con compositores y músicos italianos, la Semana de la cocina y la Feria Internacional de La Habana.

“Lo que caracteriza este calendario tan intenso no son solo los eventos, sino también el diálogo y el intercambio que facilitan y, en este momento tan complejo para la economía del país, una ocasión de desarrollo económico, porque la cultura es parte del desarrollo y una parte no pequeña.”

El embajador se refirió a algunas de las actividades de la semana, que se extiende al 30, con un concierto y que incluye una visita al Capitolio de La Habana, encuentro sobre la obra de Italo Calvino en Casa de las Américas; la exposición de Michelangelo Pistoletto y Yoan Capote, en Galería Continua.

Igualmente integran el programa un ciclo de cine, del 21 al 27, en la sala 23 y 12, dedicado a Mónica Vitti, recorrido por el Castillo de Atarés, concierto de jazz Las nueves de Pier Paolo, dedicado a Pasolini; concierto en la Basílica Menor de San Francisco de Asís Nulla in mundo pax, con Giulia Semenzato y Ensemble Cantabile, entre otras. (Tribuna de La Habana)

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