Llegaron hasta la Fragua Martiana, ese monumento a la memoria, ubicado en las calles Hospital y Príncipe, del municipio de Centro Habana.
Son una representación de los más de mil 400 jóvenes del recién inaugurado Curso de Superación y Formación para desvinculados del estudio y el trabajo en situación de vulnerabilidad.
Iniciarán sus clases en enero próximo, luego de diagnósticos realizados por varias organizaciones y organismos, en barrios de todos los municipios capitalinos.
Estos muchachos vinieron a rendirle tributo al Apóstol en el mismo sitio donde antaño estaban las canteras de San Lázaro. Allí llegó el adolescente José Martí, en 1871, a pasar largas jornadas bajo el sol, picando piedras. Era el castigo por oponerse al régimen colonial español.
Las paredes de rocas sintieron en la tarde invernal de este lunes las risas y el ímpetu de quienes llegan a sumarse a la obra de todos, y lo hacen desde un sitio devenido escuela de valores.
Esta estrategia forma parte de la implementación del Programa de Formación y Superación, en un momento cardinal para sus vidas. Entonces recordaron las palabras de Fidel cuando dijo: “Creer en los jóvenes es ver en ellos, además de entusiasmo, capacidad; además de energía responsabilidad, además de juventud, pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la Patria, fe en la Patria”.
Yoania Falcón Suárez, directora provincial de Educación, en las palabras centrales de la breve ceremonia, dijo que realizan el encuentro dentro de la Jornada del Educador, para generar nuevas oportunidades en el contexto actual y dar continuidad a las ideal del Comandante en Jefe.
Señaló que para ello crearon grupos coordinadores a todas las instancias y una comisión de atención a ese programa en cada municipio, buscando el desarrollo humano, equidad y justicia social.
En el acto participaron Roilán Rodríguez Barbán, miembro del Buró Provincial del Partido en la ciudad y Maura Tomasen León, directora nacional de Adultos del Ministerio de Educación.
Savia joven, fuerza que inspira y enrumba caminos, desbrozando malezas para continuar la obra de los mejores hijos de esta Isla. (Tribuna de La Habana)