La labor de la Dirección de Cultura en La Habana durante 2022 estuvo marcada por la prevalencia de las difíciles condiciones económicas, lo que ha incidido en el modo de gestionar la actividad sociocultural en el ámbito municipal.
Otros aspectos que han influido en los resultados de trabajo de este
sector en la capital cubana son los cambios acaecidos en la implementación de
la nueva estrategia socioeconómica de Cuba, y la llamada Tarea Ordenamiento,
con sus derivaciones en el fortalecimiento de la autonomía del municipio.
Específicamente, en el de Plaza
de la Revolución, 2022 estuvo marcado por la consolidación de una nueva
estrategia de transformación y desarrollo, bautizada por las autoridades del
sector en este territorio como Plaza
Distrito Cultural.
En el caso particular de ese
municipio, instituciones, dependencias, promotores culturales y trabajadores se
esforzaron durante 2022 en garantizar una activa vida cultural, de manera
especial en barrios socialmente desfavorecidos y en estrecha vinculación con
otros organismos del Estado y de la comunidad.
De especial importancia resultó
la visión estratégica de la Dirección Municipal, encaminada a proteger las
actividades culturales desde y hacia las comunidades, como soporte fundamental
de la transformación cualitativa del individuo en su radio de acción, aunque se
mantiene la jerarquía desde la programación sistémica del talento artístico
aficionado y profesional en las comunidades desfavorecidas y en los ocho
Consejos Populares.
Las principales instituciones del citado Distrito Cultural son: la Casa
de Cultura de Plaza (Calzada y 8), la Biblioteca Alejo Carpentier, el Centro
Experimental de las Artes Visuales José Antonio Díaz Peláez, el Centro Cultural
Ismaelillo y el Museo Abel Santamaría.
En un entorno más favorable para
la presencialidad, luego del azote de COVID-19 en ese territorio, se
desarrollaron acciones comunitarias pensadas con la intensión de dar respuestas
a los programas especiales, lo cual impactó de manera positiva en los diversos
públicos, destacándose esferas de la vida social, como la prevención y atención
social, Programa Martiano, educación y salud sexual, medio ambiente, e ITS/VIH/Sida.
La atención intencionada a las comunidades en transformación social de La Timba, El Fanguito, La Dionisia y Lindero 14, que se han convertido también en escenarios para el trabajo cultural, estuvo, asimismo, también entre los mejores resultados en ese territorio.
De gran significación para la comunidad de Plaza de la Revolución resultó
la reapertura de la biblioteca pública Alejo Carpentier, de la Casa de la
Cultura de Plaza, institución que en 2022 celebró su cumpleaños 45.
Como colofón de un año de intenso
trabajo fue entregado por primera vez el Premio Colateral CinePlaza, como parte
de la edición 43 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Otro municipio que tuvo un año de
significativos logros en el trabajo cultural comunitario fue La Habana Vieja, que
mantuvo su solidez en el sector y en el que la Casa de Cultura Julián del Casal
se consolidó como la institución más importante de la comunidad.
Los trabajadores del sector en
ese territorio habanero fueron protagonistas de momentos trascendentales en el
ámbito sociopolítico, demostrando su compromiso con la obra de la Revolución.
Centrados en la figura de José Martí, patriota insigne del territorio, el sistema institucional de la cultura en La Habana Vieja acogió la Feria Internacional del Libro en sus etapas nacional y provincial, el programa Rutas y Andares -que organiza la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana-, el encuentro de Antropología Social y Cultural, que cada año lidera el Museo Casa de África, y el encuentro de danza auspiciado por la institución que en la capital rige este arte, entre otros eventos.
De manera particular, se destacó
en el trabajo cultural habanero de 2022 la Casa de Cultura Joseíto Fernández,
institución de Centro Habana que experimentó una favorable transformación
constructiva, que le ha permitido estar en el centro de las acciones en la
capital cubana.
Espacios habituales y otros
novedosos han ganado en alcance a partir de su diseño y ejecución, logrando
cumplir con el principal cometido de conducir la actividad cultural comunitaria
y ser referente de calidad profesional.
Todas las expresiones de la
creación artística y literaria han encontrado espacios en La Casa de todos, donde un grupo de profesionales de probadas
competencias satisfacen las expectativas comunitarias.
El Patio La Guantanamera, de la
casona de Carlos III y Castillejo, recobró vida y logró ubicarse entre los sitios
de referencia para el trabajo cultural comunitario.
Festivales, conciertos, concursos y muchas otras acciones han acaecido en este sitio como el encuentro provincial Carnavalero Soy, el Salón Habana de las Artes Visuales, encuentros de danza, el Festival Timbalaye y el recién finalizado Festival de la Rumba Chano Pozo, en el que se reverenció al maestro Domingo Pao.
Desarrollo de talleres de creación y apreciación dirigidos por instructores de las manifestaciones artísticas logran incidir en el desarrollo social del territorio, con cambios de actuares y conductas en muchos jóvenes y sus familias.
Centro de Superación: 10 años de deuda
La superación y la preparación de los trabajadores del sector cultural influyen en los resultados de cada institución y especialista, aspectos necesitados de mayor atención en la capital cubana.
Inadecuadas condiciones para
realizar su trabajo -incluso la falta de un espacio propio para sesionar- golpean
al calificado colectivo docente del Centro de Superación para la Cultura (CSC)
Félix Varela, lo que no ha impedido el empeño que pone en la calidad de sus
acciones docentes, que exceden el medio centenar.
Entre las contrariedades que marcaron el paso del CSC, estuvo el
incumplimiento del programa de cursos, talleres, conferencias y otras acciones
contenidas en su organigrama de trabajo, como resultado de la falta de atención
y acompañamiento oportuno.
Ausencia de condiciones técnicas
y de vida, carencia de aulas, salones y laboratorios, complementos técnicos e
informáticos, sumado a serias dificultades con el acceso a Internet son parte
de la realidad que, por más de una década, circunda el quehacer de maestros,
colaboradores y trabajadores que apoyan la actividad docente, sin que se
aprecien cambios satisfactorios.
Entre los objetivos de trabajo del Centro de Superación para la Cultura
Félix Varela está la preparación, acompañamiento y capacitación a dirigentes,
especialistas y trabajadores del sector, para lo que están capacitados a partir
de la titulación de su claustro, capacidades que no se aprovechan de manera
coherente.
A pesar de los muchos inconvenientes que han circundado el desarrollo profesional de esa entidad, se diseñó desde allí en 2022 una oferta académica de excelencia, a la que asistieron directivos, cuadros y especialistas de las instituciones de subordinación provincial. (Digna Rosa Pérez Morejón)