La convicción de que el trabajo de transformación de los barrios proseguirá de forma constante, fue patentizada por Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en La Habana, al intercambiar con vecinos de El Fanguito, quienes recibieron las llaves de 13 viviendas.
Cuatro de estas son casas confortables y amplias, que surgieron de la modificación de una parte en desuso de la escuela secundaria básica de la localidad, las cuales fueron asignadas a maestros.
Los otros nueve inmuebles son para familias que antes vivían cerca de las márgenes del río Almendares y ahora están ubicados en la calle 32, entre 19 y 21, de la propia comunidad, situada en el municipio de Plaza de la Revolución.
Hasta la fecha, terminaron allí 59 viviendas, de ellas 40 remodeladas, aunque prosigue el programa que comprende alejar a más de 20 metros de la ribera del "Almendares" a un centenar de hogares, algunos en precarias condiciones y que pueden inundarse cuando ocurren fenómenos hidrometeorológicos extremos.
Acompañado de Reinaldo García Zapata, gobernador de La Habana, y autoridades municipales, Torres Iríbar insistió en continuar la distribución de los inmuebles, siguiendo el censo realizado y con el consentimiento y aprobación de todos los organismos implicados en el proceso.
Varios de los vecinos se reunieron en una pequeña ceremonia, en la que agradecieron el esfuerzo realizado en la transformación integral de ese barrio, uno de los 129 integrados a ese programa en la capital cubana.
Ante las máximas autoridades de la provincia, reconocieron con júbilo que en la última etapa repararon las tres bodegas, el palacio de pioneros, las escuelas primaria y secundaria, además de hacer una colosal inversión para garantizar el abasto de agua, los viales, aceras e impulsar la asignación de teléfonos en un lugar donde ocurre una metamorfosis constructiva, pero también social. (Redacción digital. Con información de Tribuna de La Habana)