José Manuel Cortina: “La enseñanza motriz lleva tiempo”


El profesor José Manuel Cortina es uno de los técnicos convocados por la Comisión Nacional de Béisbol para ayudar en el entrenamiento de la preselección del equipo Cuba que se prepara para participar en el V Clásico Mundial.

Este hombre, una especie de Quijote pinareño que vive arremetiendo contra los demonios que atacan nuestro deporte nacional y que ha dedicado muchos años de su vida a formar lanzadores, acudió al llamado sin titubeos.

Muchos no saben que apenas unos días antes había recibido una propuesta de contrato en el exterior, pero para este cubanazo comprometido con el béisbol de su tierra, no hay nada en el mundo que se pueda comparar con el privilegio de aportar sus conocimientos en un equipo nacional, a pesar que jamás, aunque es considerado uno de los mejores en sus funciones, lo hayan llamado para vestir el uniforme de las cuatro letras.

Así echó algunas ropas en su maletín de viaje como ha hecho otras veces cuando han solicitado sus servicios en cualquier parte de la isla y se trasladó hasta la capital, para rociar un poco de su polvo mágico sobre los brazos de los serpentineros que comenzaron a agruparse este lunes en el estadio Latinoamericano.

Corti, como lo llaman sus amigos, nunca preguntó sobre las condiciones de su alojamiento ni de salarios, ni le importó el tiempo que estaría fuera de casa, porque como buen martiano sabe que “El deber de un hombre es estar allí, donde es más útil”.

“La enseñanza motriz lleva tiempo. No soy mago”, le dijo a Tribuna de La Habana ante la interrogante de qué podía hacer en apenas dos semanas de entrenamiento.

“Primero, cuando tú tienes un hábito motor diferenciado para cambiarlo lleva mucho espacio. Yo simplemente estoy aquí para trabajar con un par de muchachos (Javier Mirabal y Alexander Valiente), para decirles cómo es el movimiento correcto y cómo deben trabajar encima del box, y se puedan llevar esa enseñanza después para sus provincias. Pero en dos semanas es muy difícil lograr un cambio en ellos”, agregó.

El profesor, famoso por su trabajo de recuperación de brazos lesionados, dijo que al menos por primera vez les estaba dando una idea del trabajo que tienen que hacer de ahora en lo adelante, sobre todo de la posición correcta del dedo pulgar en el agarre de la pelota y de la importancia de la pierna de paso en el montículo.

“Son detalles, todo eso influye en el problema del control, aparte del poco trabajo en el box y de no usar bateadores en las prácticas”, añadió. (Tomado de Tribuna de La Habana)

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