Confieso no ser especialista en béisbol, sino un habanero como muchos, jugador de pequeño al “cuatro esquinas” y seguidor siempre de Industriales, en las verdes y las maduras.
Durante casi toda la etapa clasificatoria de la actual Liga Élite del
Béisbol Cubano, vi con tristeza cómo permaneció en el último puesto de la tabla
de posiciones el conjunto Portuarios, que reúne a peloteros de La Habana y
Mayabeque.
Mi congoja era más acentuada, si
teníamos en cuenta que, además, la novena de los estibadores era la última en
indicadores clave, como picheo, bateo y defensa.
Todavía bien avanzada la
temporada, y aun en el frío sótano, leí en la prensa capitalina las declaraciones
de Michael González Ventura, director del equipo Portuarios, quien alentaba a la
fanaticada azul y argumentaba que había tiempo todavía para reaccionar.
Me parecían demasiado optimistas las
afirmaciones de este directivo, sobre todo porque el conjunto, adicionalmente, había
tenido recientes bajas en el área de picheo.
Y sí que hubo remontada: Portuarios ganó 20 de los últimos 15 juegos
para quedar en la tercera posición, entre los cuatro clasificados para la etapa
semifinal de la Liga Élite.
Su oponente en esta fase,
Centrales (con jugadores de Matanzas, Villa Clara y Cienfuegos), salía como
archifavorito para “aplastar” a los del litoral. De hecho, comenzó ganando el
primer desafío.
Portuarios respondió de inmediato
con un nocaut de 14 carreras por cuatro para empatar el compromiso particular; este
sábado logró su segundo triunfo (1-0 en extrainning), y este domingo volvió a
vencer, ahora 10 anotaciones por una, para situarse a solo una victoria de
incluirse en la gran final, en la cual, a todas luces, deberá estar
Agricultores (también a un paso de liquidar a Tabacaleros).
Conversé sobre este particular con algunos colegas especializados en temas
deportivos, indagando a qué atribuían este paso triunfal de Portuarios en el
epílogo de la etapa clasificatoria, y todos coincidían en la preparación
física, el trabajo de los entrenadores de picheo y bateo, la mejoría extraordinaria
en la defensa y, sobre todo, la creciente motivación de los jugadores.
Pase lo que pase a partir de
ahora, cruce o no Portuarios a la final, ya este equipo ha realizado una
campaña épica, de la que no recuerdo precedentes en similares de la capital
cubana.
Y no dudo de que todavía hay páginas gloriosas que escribir por esta mezcla exitosa de bisoños y consagrados. ¡Gracias, Portuarios! ¡La capital se quita el sombrero! (Reinaldo Santana López. Foto: ACN)