El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, recordó este lunes los sucesos del horrendo crimen de Tarará, en el cual perdieron la vida cuatro combatientes cubanos.
Marrero Cruz rememoró las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro
en aquellos días de 1992, cuando condenó el hecho y dijo que asesinar a hombres
desarmados y amarrados es sencillamente monstruoso.
El 9 de enero de 1992, siete
asaltantes irrumpieron en la Base Náutica de Tarará, en el litoral habanero,
con el objetivo de tomar una embarcación para salir de forma ilegal del país
rumbo a Estados Unidos y acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.
Perdieron la vida ese día: Rafael Guevara Borges, custodio de la Base
Náutica; Orosmán Dueñas Valero, sargento de tercera de las Tropas
Guardafronteras, y Yuri Gómez Reinoso, agente de la Policía Nacional
Revolucionaria.
El agente Rolando Pérez Quintosa, mortalmente herido en el hecho, fallece 37 días después, debido a las heridas provocadas por cuatro proyectiles que le afectaron órganos vitales.
Durante la despedida de duelo de
Pérez Quintosa, Fidel expresó:
"Cuando se viene a dar sepultura a una
persona querida, se hace la historia de su vida. Yo me limito a decir que la
historia de Rolando es la historia de nuestra magnífica juventud, es la
historia de nuestra Revolución".
(Redacción digital. Con información de la ACN. Fotos: Tribuna de La Habana)