Muchas sedes de escuelas, empresas y otras entidades tienen el privilegio de prestar sus espacios para que en estos funcionen transitoriamente colegios electorales, a propósito de los comicios nacionales del próximo 26 de marzo.
Una de esas instituciones es la Escuela de Enseñanza Primaria Héroes de
la Sierra Maestra, del municipio de Boyeros, donde se realizan acciones de
embellecimiento y preparación de condiciones para esta nueva cita con la patria, en la que se elegirán a los diputados a la
Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento).
Estudiantes, profesores y demás trabajadores, junto a jóvenes oficiales
de la técnica canina y otros de la comunidad circundante, asumen labores de
limpieza, acondicionamiento de áreas verdes y pintura de locales, conscientes
de la importancia del cercano ejercicio democrático.
Aunque el voto es libre, directo y secreto, muchos anuncian que el de
ellos será “unido” (por todos los candidatos), como un aporte necesario a la
unidad: el arma infalible de la Revolución cubana.
En momentos como este, vienen a mi mente aquellas palabras del
Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando expresó el 20 de febrero de 1993:
"Nosotros queríamos —y creo que ya vamos camino de lograrlo, tenemos que seguir luchando para lograrlo, y esto que estamos haciendo esta noche es un esfuerzo por lograrlo— que no se viera la idea del voto unido como una consigna sino como una estrategia revolucionaria; que no se viera la idea del voto unido como un acto de disciplina sino como un acto de conciencia; que se entendiera, que se viera que es lo más justo del mundo que podemos hacer con nuestros votos (APLAUSOS), lo más justo del mundo si queríamos una asamblea verdaderamente representativa, si queríamos que ciudadanos humildes de este país pudieran ser electos diputados a la Asamblea Nacional o delegados a las asambleas provinciales (...)."