A analizar los retos y proyecciones de la radio y la televisión cubanas para el año en curso se dedicó el balance anual de ese sector, que tuvo lugar en el Ministerio de las Comunicaciones, en La Habana.
Con la presencia de Manuel Marrero Cruz, primer ministro
de la República, y de Inés María Chapman Waugh, vice primera ministra, se pasó
revista a los logros y deficiencias de 2022, período en el que la comunicación
no estuvo exenta de carencias materiales.
La vice primera ministra afirmó que la comunicación
constituye uno de los pilares fundamentales en los que se sustenta la gestión
del Gobierno, y exhortó a trabajar, desde ese sector, para incidir sobre las
emociones de las personas y a comunicar el país desde la esperanza y el
corazón.
Yuzaima Cardona Villena, directora general de la
Radio, expresó que 2022 fue un año duro, en el que a pesar de la difícil
situación tecnológica y energética de muchas emisoras se celebraron los 100
años de la primera transmisión radial en Cuba.
Cardona Villena comentó que se debe salir de zonas
anquilosadas de la creación y que es preciso transformar las parrillas de
programación más allá de las etapas de verano.
La directora general de la Radio cubana puntualizó
que resulta necesario enfrentar la manipulación mediática que vive el país y
para ello la voz del pueblo, tanto a través del dial o de la pantalla chica,
tiene que ser protagonista.
Ana Teresa Badía Valdés, periodista y doctora en
Ciencias de la Comunicación, insistió en la dilación existente ante la creación
del nuevo Instituto de Información y Comunicación Social, lo cual genera
problemas de identidad en sus trabajadores.
De acuerdo con Badía Valdés, es imprescindible
ponderar los estudios de audiencia y de recepción para saber qué quieren ver y
escuchar los cubanos.
Hay que esclarecer cada suceso con la información
oportuna para evitar silencios y especulaciones en la población, y para
ello es fundamental el acceso a las fuentes, subrayó la experta.
Señaló que los creadores de la radio y la televisión
nacionales son entes imprescindibles en la producción y reproducción de
ideología para defender el proceso revolucionario, pero resaltó que en ese
sentido se deben buscar nuevos formatos para contar historias de vidas y no dar
informaciones vacías y carentes de dramaturgia.
Para Magda González Grau, realizadora de televisión
y cine, el género ficción también es un arma importante, si de herramientas
ideológicas se habla.
Los dramatizados mueven el alma, despiertan la
sensibilidad y la reflexión, por lo cual se deben destinar más recursos para
relatar sobre Cuba, sin verdades edulcoradas, apuntó.
Tenemos que hallar mecanismos para que los jóvenes
talentos actorales que existen en nuestras escuelas de arte quieran un futuro
en Cuba, porque ellos son esenciales para que las obras conserven su calidad,
refirió la directora de la teleserie Calendario.
Zenaida Costales Pérez, periodista y profesora de la
Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, realizó un llamado de
atención para que se reconozca la labor que los estudiantes de Periodismo y de
otras especialidades realizan aun en la academia en los medios de comunicación
públicos.
Costales Pérez aseguró que esos jóvenes se pueden
desempeñar ya sea en programas informativos y de otras temáticas porque aportan
frescura y conocimientos que los de mayor experiencia deben adquirir. (ACN)