En la calle Continental y Goicuría, en el municipio habanero de Diez de Octubre, lugareños honraron este lunes a los mártires de la Revolución cubana Juan Óscar Alvarado Miranda y Juan Adolfo Macau Cossio.
El homenaje aconteció en el
mismo sitio donde fueron masacrados por esbirros de la tiranía de Fulgencio Batista,
el 10 de abril de 1958.
Los jóvenes combatientes clandestinos del Movimiento 26 de Julio,
víctimas de una delación, fueron sorprendidos por miembros de la de las fuerzas
represivas en la casa 171 de la calle Continental, donde guardaban gran
cantidad de armas.
En medio de la represión desatada por la dictadura en La Habana y el
resto del país, tras la huelga del 9 de abril de ese año, fueron apresados
desarmados, golpeados salvajemente y ametrallados.
Asistieron al acto conmemorativo de este lunes: pioneros de la Escuela de
Enseñanza Primaria Ángel Ameijeiras Delgado, jóvenes soldados, oficiales de la
Unidad de Investigaciones Criminales del Ministerio del Interior, integrantes
de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), representantes
del núcleo zonal 79 del Partido Comunista de Cuba y de los Comités de Defensa
de la Revolución (CDR) de esa misma área y pobladores del lugar.
Los “pinos nuevos” depositaron flores ante la tarja que rememora el acontecimiento histórico, y miembros de la ACRC ofrecieron detalles de cuanto ocurrió en la casa marcada con el número 171, donde todavía se conservan en las paredes las señales de los disparos.
Arnaldo Bravo Jiménez, coordinador de la Zona 79 de los CDR, hizo alusión a las palabras que expresó el líder revolucionario cubano Fidel Castro Ruz, luego de aquel 9 de abril:
“Aquí
nos preparamos para afrontar en próximas semanas la ofensiva de la dictadura, derrotarla
es cuestión de vida o muerte. El Movimiento debe estar muy consciente de esta
realidad y concentrar sus esfuerzos en defender esta trinchera. La moral de
nuestra tropa está altísima. Estamos seguros de que resistiremos.”
Y no se equivocó Fidel -dijo Bravo Jiménez. A los pocos días, Batista mandó
10 mil soldados a eliminar al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, y con 300
rebeldes se derrotó esa ofensiva, enfatizó.
En el acto, se celebró el aniversario 154 de la Primera Constitución de la República en Armas (la de Guáimaro), que reconoció la libertad como derecho y condenó la esclavitud que existía en Cuba. (Reyna C. Turro Caró. Fotos de la autora)