Hace unos días, los titulares en la prensa de muchos países capitalistas abrían diciendo que Cuba cancelaba su histórico 1 de mayo por falta de combustible.
El periódico El País, de España, era uno de ellos.
Todos sabemos que la crisis de combustible es un problema que en estos momentos afecta al mundo entero. ¿Hubiésemos imaginado alguna vez ver en Miami colas de gasolina?
“Se verán horrores”, suelen decir en Cuba, y los estamos viendo, pero fuera de la isla. Las colas para repostar los coches se acumulan en el país del norte, concretamente en la ciudad que tanto odio se ha dedicado a derramar contra la isla.
Aquí nadie oculta la crisis a la que se enfrenta el país. Están acostumbrados a las dificultades, y las enfrentan con la mejor de las caras. Y sobre todo con dignidad. Cualidad que no cualquiera posee. La famosa resistencia creativa de la que tanto ha hablado el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel.
Yo creo que lo mejor que tiene el pueblo cubano es su valentía y sinceridad a la hora de afrontar los problemas. Y si que es cierto que este año no se ha celebrado el 1 de mayo de manera histórica en la Plaza de la Revolución porque la falta de combustible impide el transporte de las personas al lugar.
Es cierto que dicha crisis que afecta al planeta tiene unos efectos devastadores en Cuba que vive sometida a una persecución financiera y energética, siendo el petróleo uno de los mayores objetivos de esta persecución. Algunos viven obsesionados con que no entren los hidrocarburos a la isla.
Por supuesto que, ante dicho panorama, no se ha celebrado el 1 de Mayo como se celebraba siempre, pero eso no significa que no se vaya a celebrar. Se va a celebrar igual, solo que de una manera diferente; alternativa. Con otra organización. Con los trabajadores distribuidos en barrios y municipios. El sentido es el mismo. Cambia la administración de la situación.
¿Este pueblo claudicando? Podrá impedir la crisis petrolífera que la celebración sea de un modo, las inclemencias meteorológicas que sea un día concreto, pero celebrarse, se celebra.
Y así será. El día elegido es el 5 de mayo. Y los cubanos y cubanas saldrán a la calle a festejar el día internacional del proletariado. A su manera, con júbilo y alegría. Mientras en otros países esta fecha no es de celebración sino de reivindicación de derechos laborales no otorgados ni cumplidos.
La mentira y la manipulación son la daga que se clavan los odiadores y enemigos del pueblo cubano. Pues acuden a estas dos herramientas con las que se hacen el hara kiri a final de cuentas, porque siempre la verdad acaba con ellos. La verdad de un pueblo que vive y avanza. Una verdad que el mundo va conociendo cada día un poco más. Individuos que van descubriendo lo manipulados que han estado durante todos estos años con respecto a la Revolución cubana.
Esos enemigos tienen el tiempo contado. La verdad les va ganando la batalla. (Redacción digital. Con información de Cubadebate)