El Museo Nacional de Bellas Artes acoge el Primer Congreso Internacional de Patrimonio Cultural, que reúne en La Habana a historiadores, arquitectos, arqueólogos y especialistas de patrimonio de diversas partes del mundo.
A la jornada inaugural asistieron Lazaré Elondou,
director del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco; Anne Lemaistre, directora
de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe; Alpidio Alonso,
ministro de Cultura de Cuba; Eduardo Torres Cuevas; director del Centro de
Estudios Martianos; Miguel Barnet, director de la Fundación Fernando Ortiz;
Perla Rosales, directora general adjunta de la Oficina del Historiador de la
Ciudad de La Habana (OHCH), y Magda Resik, directora de Comunicación de la
OHCH.
La apertura coincidió con el natalicio de la
capitalina Marta Arjona
(1923-2006), quien colaboró estrechamente con el “Eterno Historiador de La
Habana”, Eusebio Leal (1942-2020), y
estuvo entre los artífices que contribuyeron a la declaratoria de La Habana
Vieja y su sistema de fortificaciones como Patrimonio de la Humanidad.
Sonia Virgen Mojena, presidenta del Consejo Nacional
de Patrimonio de Cuba, destacó cómo Arjona tuvo el compromiso de dejar a un
lado su prometedora carrera como artista de la plástica, para volcarse de lleno
a la preservación del patrimonio cultural, en tiempos en los que no existía apoyo
político dentro del país ni a nivel internacional y muchos de esos elementos
patrimoniales terminaban en colecciones privadas.
El evento, que concluye este viernes, es un homenaje
a cuatro habaneros insignes: Arjona, Leal, el pintor Servando Cabrera (1923-1981)
y el científico y espeleólogo Antonio Núñez Jiménez (1923-1998).
El Dr. Eduardo Torres Cuevas, ofreció la segunda conferencia magistral de la jornada, dedicada al
legado patrimonial de José Martí (La
Habana, 1853-1895), Héroe Nacional y Apóstol de la nación cubana, quien dedicó su
vida a sembrar ideas y transmitir pensamientos que mantienen vigencia.
Con la definición de que “Patria es unión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas”, el director del Centro de Estudios Martianos recordó que Martí nunca construyó la identidad de nuestra nación desde el odio, sin importar lo difíciles de las circunstancias. “Martí es la esencia que circula por los vasos comunicantes de toda la cultura y el patrimonio cubano”, afirmó. (Redacción digital, con información de Habana Radio)