Después de concluir el primer tercio de la temporada en el fondo de la tabla de posiciones, los Azules de Industriales reaccionaron de una manera felina y brutal, recogieron la bandera de las letras góticas de la arcilla y han triunfado en seis subseries particulares consecutivas para colocarse al acecho de la zona de clasificación.
Con un balance de 19 victorias y 10 fracasos en sus últimos 29 pleitos, solo superados por los Huracanes de Mayabeque (19-9), han demostrado que tienen herramientas para colarse en la postemporada, y aunque es necesario aún un mayor esfuerzo, ya lograron rescatar la confianza de sus fieles.
La gran mayoría de los parámetros de juego los han mejorado a pasos agigantados. Ahora son quintos en defense, con 271 Ave, entre todos los equipos participantes, y sus lanzadores, los cuartos más efectivos, al aceptar 4.32 carreras limpias por juego.
En este apartado, todavía es tarea pendiente el descontrol del staff, al conceder 5.20 bases por bolas por juego completo (lugar 14), pero es el más dominante del torneo, al exhibir un average de contrarios de 257, ponchar a 6.37 rivales por partido y propinar 11 lechadas.
Su bateo continúa siendo uno de los más bajos (271 Ave), pero con hombres en bases ya logran promediar para 292 (séptimos), algo que los había golpeado mucho en la primera parte del campeonato.
Hay varias claves que han incidido en esta remontada, más allá del regreso al timón de mando de Guillermo Carmona. Han sido vitales haber encontrado una alineación lo suficientemente estable y mantener el liderazgo ejercido por Yosvani Peñalver y Yasiel Santoya.
Peñalver promedia para 408 Ave, cuando hay corredores en las almohadas, y ha remolcado 11 veces el empate o la ventaja, y Santoya (capitán de la novena) lo hace para 372 y ha puesto a su equipo delante o ha conseguido la igualada en 10 ocasiones. Entre ambos, además, han conseguido impulsar al 30.40 % de los azules encontrados en posición anotadora.
Otro punto de giro fue la decisión de colocar al bombero “Andy Vargas” en el rol de abridor, lo que podemos catalogar como la mejor estrategia de la campaña.
El muchacho tiene un crédito de 4-0 en esa función y un promedio de casi siete entradas lanzadas en sus seis salidas, con un whip de 0.92 y promedio de carreras limpias de apenas 1.09 en 41.1 capítulos lanzados, para convertirse en un serpentinero casi al seguro, algo de lo que estaban adoleciendo los citadinos.
A partir de este domingo, recibirán a los peligrosos Vegueros de Pinar del Rio, una tropa que les juega muy bien a los Industriales en su parque Latinoamericano y que llegan a la capital motivados con tres victorias seguidas.
El reto es difícil, pero no imposible, como hemos acuñado en varios cometarios anteriores. La hazaña se está tejiendo, pero el trabajo aún está a medias. Pronto sabremos de qué fibra están hechos los Leones de estos tiempos. Nos vemos en el estadio. (Redacción digital. Con información de Tribuna de La Habana)