Encabezada por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, tuvo lugar en la Necrópolis Cristóbal Colón, de La Habana, el tributo con motivo del aniversario 118 del fallecimiento del Generalísimo Máximo Gómez Baéz.
Participaron también en el acto político y ceremonia
militar el General de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, miembro del
Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y vice ministro primero de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), y otros dirigentes de la organización
política, del Gobierno, de las FAR y del Ministerio del Interior, señala un despacho de la Agencia Cubana de Noticias.
Frente a la sepultura del insigne patriota se
depositó una ofrenda floral en nombre del pueblo de Cuba, que distingue en el
luchador dominicano a uno de los más altos exponentes de la participación
internacionalista en las distintas etapas del proceso histórico por la
liberación de la Isla.
En las palabras centrales del tributo, el General de
División Eugenio Rabilero Aguilera, segundo jefe del Estado Mayor General y
jefe de la Dirección de Operaciones de la FAR, destacó las actitudes y el genio
táctico de Máximo Gómez expresados en las victoriosas acciones combativas
lideradas por él, en la mayoría de los casos en inferioridad numérica y de apertrechamiento
y preparación de las tropas.
Señaló que sus métodos, audacia y aprovechamiento
del campo de batalla son materia de estudio en las Academias de las Fuerzas
Armadas, algunas de ellas bautizadas con su nombre, y constituyen elementos
indispensables de la doctrina militar cubana.
En momentos en que el imperialismo estadounidense arrecia su política hostil contra la mayor de las Antillas y la región de América Latina, la figura del Generalísimo se alza como un referente en defensa de la soberanía conquistada y con la enseñanza de lograr la libertad al precio de cualquier sacrificio, añadió.
Gómez Baéz nació en Bani, República Dominicana, y se
incorporó a la gesta independentista en la Guerra de los Diez Años, en cuyo desarrollo
descolló por el empleo de sus tácticas, genio militar y victorias, que le hicieron
merecedor del grado de Mayor General del Ejército Libertador.
Junto a José Martí y otros patriotas, fue uno de los
principales organizadores de la Guerra Necesaria, elegido General en Jefe de
las tropas mambisas, dirigió durante la contienda varias campañas de
importancia como la Invasión a Occidente, la Campaña Circular y la de la
Lanzadera.
Falleció el 17 de junio de 1905 en La Habana y fue despedido
con la admiración y respeto del pueblo cubano, ganado en años de entrega y
batallar por el triunfo de la causa independentista. (Fotos: Escambray y Radio Rebelde)