Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Partido
Comunista de Cuba y Presidente de la República, afirmó que los reveses pueden convertirse en
victoria, al clausurar en Santiago de Cuba el acto central por los 70 años del asalto al cuartel Moncada.
En el polígono de la antigua fortaleza militar convertida en escuela por la Revolución, donde unos 10 mil santiagueros celebraron el Día de la Rebeldía Nacional, acompañados por el General de Ejército Raúl Castro, el jefe de Estado aludió a ese
rotundo vaticinio de Fidel Castro, quien encabezó al frente de jóvenes
combatientes, aquel 26 de julio, la osadía del ataque a la fortaleza militar
que tras su fracaso momentáneo significó el comienzo de la etapa decisiva para
el triunfo revolucionario.
Díaz-Canel se refirió al recrudecimiento de la hostilidad del Gobierno estadounidense, expresada en cinco acosos principales, desde la arbitraria inclusión de Cuba entre los países que apoyan el terrorismo, devenida obstáculo para transacciones económicas con el mundo.
La aplicación del título tres de la Ley Helms-Burton, enfilada a entorpecer la inversión extranjera, fue otra de las
prácticas nocivas y oportunistas mencionadas, al igual que la persecución al
suministro de combustibles en una franca violación del derecho internacional
que afecta la vida en la nación.
Las otras dos medidas imperiales enumeradas por el
mandatario fueron el intento por desacreditar la colaboración médica cubana en
el mundo y afectar los ingresos por esa vía, así como las prohibiciones para la
relación del sector turístico norteamericano con su homólogo en el país.
Díaz-Canel expresó que quienes acusan al Gobierno de
dictadura debían acercarse a la historia de asesinatos y torturas ocurrida tras
el asalto, cuando solo cayeron en combate seis jóvenes y 55 fueron ultimados
despiadadamente durante una semana que llenó de horror a la ciudad, señala un despacho de Prensa Latina.
La lucha contra el odio, la violencia y la
perversidad enemiga, además del afán por alcanzar niveles de prosperidad y
desarrollo económico fueron mencionados por el presidente como otros Moncadas
que son responsabilidad de las actuales generaciones de cubanos.
Al agradecer la participación de los activistas
solidarios de varios países en el acto, consideró que ese acompañamiento es
parte también de la resistencia de la Revolución, en medio de difíciles
circunstancias.
Los resultados alcanzados por esta provincia y las
de Cienfuegos, Sancti Spíritus, Matanzas y Ciego de Ávila indican que avanzan,
pero sin desconocer las insatisfacciones de la población y la necesidad del
mejoramiento de la gestión en todos los órdenes, acotó Díaz-Canel.
Ninguna señal mejor para acompañar tan gloriosa
jornada que el amanecer alumbrando el antiguo polígono castrense, en la medida
en que avanzaba la madrugada durante la cual se inició la conmemoración,
justamente a la misma hora local, las 05:15, del comienzo de aquella acción. (Redacción digital)