Con un conmovedor acto quedaron incorporados al Museo de la Denuncia, en La Habana, los tanques en los que permanecieron los cuerpos de los cubanos Jesús Cejas y Crescencio Galañena, víctimas de la dictadura argentina.
Participaron en el homenaje autoridades de
diferentes ministerios de la isla antillana, además de familiares de una de las
víctimas, según información publicada por fuentes relacionadas.
A inicios de año, el secretario argentino de
Derechos Humanos Horacio Pietragalla entregó a la embajada de Cuba en ese país
los tanques metálicos, en los cuales fueron hallados los restos de los dos
jóvenes diplomáticos asesinados en 1976.
Cejas y Galañena fueron abordados el 9 de agosto de
ese año por un grupo de tarea de la dictadura, a unos pasos de la sede
diplomática de Cuba.
Más tarde, fueron asesinados en el centro
clandestino de detención y tortura Automotores Orletti, uno de varios que
funcionaron como lugares de exterminio.
Casi cuatro décadas después, en junio de 2012,
fueron encontrados los restos de Galañena en un recipiente de 200 litros
relleno con cemento, en un predio abandonado de la localidad bonaerense de
Virreyes. Un año más tarde, hallaron los de su compañero.
En ese entonces, el embajador cubano en esa nación
sudamericana, Pedro Pablo Prada, agradeció el gesto que permite completar la
historia de Cejas y Galañena.
Asimismo, contribuir al mejor conocimiento de esos
acontecimientos y de los ataques a la isla impulsados por Estados Unidos dentro
del marco de la Operación Cóndor. (Prensa Latina)