En busca de jabones para sanar, hidratar y proteger la piel, no pocas personas acuden a Isabella Cosmética Natural, una microempresa de Guanabacoa, dedicada a la producción de un creciente surtido de productos para la piel y el cabello.
Cremas (azufrada y de peina anti piojos), aceites (de coco extra virgen y de coco y romero), jabones (de carbón activado, arroz, avena y miel, azufre y sábila, de chocolate, manzanilla, café y canela, coco, cúrcuma y jengibre), champú (de azufre y romero) y bálsamo (antihongos), así como productos para mascotas conforman la cartera de productos, describió Verena Alonso, especialista comercial de Isabella.
“La idea surgió en la pandemia, de la necesidad. Tengo dos niños pequeños y uno cogió pediculosis y buscando cómo curarlo, empezamos a probar y así hicimos nuestra primera crema de azufre, que hacíamos con arroz”, recuerda Melpis Rodríguez, al frente de este negocio familiar.
A los clientes que le compraban una crema, les ofrecía de regalo unos pequeños jabones de manzanilla hasta que un cliente le sugirió hacer jabones de azufre, ahí empezó todo. “Hoy los jabones y cremas con azufre son nuestras principales línea de producción y ya después seguimos incursionando y aprendiendo en la cosmética”.
Graduada en Informática, ha aprovechado sus conocimientos y otros adquiridos en el camino para irse adentrando en el mundo de la cosmética natural, que gana adeptos en Cuba, donde se persigue constituir un movimiento.
“Recientemente pasamos un curso de cosmética natural artesanal con el profesor Jorge Javier, de la escuela internacional de belleza Bella Caribe, quien nos dio muy buenos consejos e ideas para hacer nuevos productos”, dijo.
“Somos un emprendimiento joven y, en la medida de lo posible, queremos aprender a hacer cosas mejores. Es un mundo nuevo para nosotros, pero nos apasiona y queremos seguir porque a la gente le agrada, es muy beneficioso y nos resulta gratificante cuando nos comentan cómo resolvieron determinado problema con nuestros productos. Incluso nos llaman médicos porque algunos de sus pacientes se lo comentan”, significó.
De acuerdo con Ania Lemus, directora de la Oficina de Desarrollo del municipio de Guanabacoa, el territorio participa en la II Feria con 35 actores, de ellos, nueve empresas estatales, cinco Proyectos de Desarrollo Local (PDL), 18 micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), un proyecto comunitario y tres trabajadores por cuenta propia.
“Ellos responden a las líneas estratégicas del territorio: la producción de alimentos, representada, entre otros, por la finca Vista Hermosa; la línea patrimonial, porque dentro de los estatales está el Museo de Guanabacoa con una muestra de un altar, algo simbólico del nuestro museo”, explicó.
A su vez, este municipio muestra la gestión de gobierno en informatización, así como también la línea de hábitat seguro y sostenible, con proyectos de la construcción, cuyo presidente y titulares son muchachos jóvenes, que aprovecharon el evento para el lanzamiento de un producto desmoldante y otro para la conservación de la madera.
Entre otros, acudieron a la feria de Expocuba Producciones Muhia, con productos de aseo y limpieza y Mailín Canastilla, dedicado a la confección de canastilla –con buen impacto en la población que los ha visitado-, y un proyecto que fabrica frascos para el envase de muchas materias primas.
“Nosotros pretendemos con esta feria que se logren hacer encadenamientos productivos y fomenten la economía circular, donde no se deseche nada, donde todo pueda ser reutilizado”, indicó la directora de Desarrollo.
En ese sentido, señaló, existen algunos avances. “Entre ellos, han ido encadenándose, por ejemplo, Muhia está produciendo líquido de frenos a partir de aliarse con Mipymes de reparación de autos, puesto que ese es un producto que hoy está escaseando”, destacó.
En el caso de la finca Vista Hermosa, se está formulando un proyecto con la Unión Europea que comprende 15 fincas del territorio, que debe comenzar, y hoy está en la formulación del proyecto, y en el próximo año deberá comenzar a tener un impacto en la población.
Otros proyectos de la construcción, además de contribuir al uno por ciento, participan en acciones sociales: resolver una determinada situación en una escuela, ayudar en casos de incendios o a familias vulnerables que han tenido un derrumbe.
Contexto
Según explicó Lemus, hoy en el municipio están aprobadas 162 mipymes y 21 PDL, que tributan a las cuatro líneas estratégicas. “Cuando se acercan a la oficina, nos piden la estrategia de desarrollo del municipio para ver en cuáles se van a enmarcar”.
“Independientemente que aún quedan brechas por tratar con las mipymes, como son los precios, dado que la compra de la materia prima de estos actores se le encarece a ellos y eso encarece el producto-, han permitido resolver situaciones en el territorio”, señaló.
Entre los ejemplos, hay una Mipyme que está produciendo mortero para repello, para resano, de cal, que en algunas labores de la construcción pueden sustituir parte del cemento. Otras, dijo, fabrican pintura y eso ayuda a la población que hasta hace poco no podían acceder a ello.
En el caso de la producción de alimentos, apuntó, Vista Hermosa no solo queso y yogur, sino también vegetales y otros productos alimenticios, que por sus precios está al alcance de una parte de la población.
Entre otros proyectos, mencionó BBs, integrado por jóvenes, que a la par de comercializar productos de la chocolatería desarrollan una acción social con un segmento de la población en desventaja: niños de la casa sin amparo familiar y casas de abuelos, donde celebran cumpleaños colectivos y otras actividades.
En el caso de la contribución al presupuesto, de las 162 Mipymes, casi 100 son de nueva creación y aún no están tributando, mientras el resto está pagando el 35 por ciento de utilidad a la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT).
Entre los 21 PDL, están activos 10, el resto está reparando los locales donde van a trabajar, mientras dos proyectos socioculturales que hoy no tributan financieramente, pero tienen un alto aporte social con la atención inclusiva a menores con autismo, síndrome de Down, junto a otros sin patología alguna.
“Cuando se mezclan todos, cantan, bailan y aprenden a ayudarse y que esa condición no es motivo de burla, a la vez que los educa en algunas labores agrícolas en un pequeño organopónico, que tal vez pudieran convertirse en un medio de vida en el futuro”, señaló al mencionar a la Granjita Feliz.
Un proyecto sociocultural, Masucamba, en proceso de presentación, que pretende recuperar la tradición de Guanabacoa de la comparsa Masucamba, “que se creó en Guanabacoa y luego desapareció hace unos años y hoy estamos enfrascados en recuperarlo, para el próximo verano”.
En estos momentos, esa iniciativa está reparando su local, a la vez que están desarrollando acciones con niños con desventaja social que viven alrededor de este inmueble, buscando personas que los repasen y los ayuden en la escuela, concluyó. (Redacción digital. Con información de Tribuna de La Habana)