Alcides Sagarra, el más laureado y afamado entrenador de
boxeo amateur en la historia de Cuba, recibió en La Habana el título doctor
Honoris Causa por la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (UCCFD)
Manuel Fajardo.
El sencillo, pero
emotivo, homenaje aconteció en su hogar capitalino, adonde acudieron directivos
y especialistas a entregarle el reconocimiento al Padre de la Escuela Cubana de
Boxeo, seleccionado como Mejor Entrenador deportivo del siglo XX en el país.
Silvano Merced, rector de la UCCFD, hizo entrega de la
distinción a quien convirtió a Cuba en la primera potencia universal del boxeo
amateur; formó a 32 monarcas olímpicos, 48 mundiales entre mayores y a 46 juveniles,
lauros jamás cosechados por algún otro entrenador en esa disciplina.
En la reseña de la actividad, el sitio digital Cubadebate
indica que el rector también colgó en el cuello de Sagarra el sello 50 Aniversario de la UCCFD, alegando
que la casa de altos estudios se prestigia con la entrega de este muy merecido
reconocimiento a quien es doctor en Ciencias Pedagógicas y Héroe del Trabajo de
la República de Cuba.
No podía haber mejor momento que en el marco de las actividades por el
50 aniversario del centro, significó el directivo, al honrar a la
encumbrada Gloria del Deporte Cubano
El homenajeado sobresalió no solo sobre el ring, donde forjó
los puños de figuras como Teófilo Stevenson, Félix Savón o Rolando Garbey, entre
muchos otros, sino también en su aporte científico, con la publicación de
artículos y textos sobre el entrenamiento del boxeo contemporáneo.
Precisamente, al Sagarra educador y científico se refirió el
especialista en boxeo Jesús “Chuchu” Domínguez, quien resaltó, de aquel, el
espíritu de superación constante.
Y es que tenía apenas un sexto grado cuando en 1964 comenzó
como jefe técnico del equipo nacional de boxeo. El tiempo y su dedicación
hicieron que se licenciara en Cultura Física y, luego, alcanzara el título de doctor
en Ciencias Pedagógicas, en 1992.
Consuelo Sagarra, su hija, dijo emocionada:
En nombre de la familia, deseo agradecer este reconocimiento de la
Universidad del Deporte, donde mi padre apoyó en la formación de los jóvenes
púgiles. Este honor que se le hace, de nombrarlo doctor Honoris Causa, es un
bello gesto y un reconocimiento a su trayectoria, trabajo y compromiso con la
Revolución y con las ideas de Fidel y Raúl.
Como todos conocen, mi padre se entregó por entero a la formación de
generaciones de campeones. Con cada éxito y derrota, siempre aprendió y estuvo
presto a compartir sus conocimientos con cubanos y extranjeros.
El homenaje estuvo encabezado por Raúl Fornés Valenciano, vice
presidente primero del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y
Recreación, y contó con la presencia del presidente de la Federación Cubana de
Boxeo y comisionado nacional, Alberto Puig de la Barca, directivos de la UCCFD y
Glorias del Deporte.
Hace más de una década, Alcides Sagarra no trabaja como
entrenador, pero su mente sigue sobre el cuadrilátero, en la esquina de Cuba,
sonriendo con Stevenson, haciendo señas a Armandito, dando alguna que otra
lección que luego recorra el mundo.
Pasaron por sus manos: Teófilo Stevenson, Félix Savón, Ariel Hernández, Maikro Romero, Armando Martínez, Ángel Herrera, Rolando Garbey, Adolfo Horta y Roberto Balado, todos leyendas del pugilismo cubano, entre muchos otros. (Redacción digital)