Directivos del Banco Central de Cuba (BCC) informaron sobre la marcha del proceso de bancarización en el país, tras cuatro meses de iniciado.
Joaquín Alonso Vázquez,
presidente del BCC, intervino en el popular espacio Mesa Redonda de la TV
Cubana, en el cual señaló este jueves que no se ha podido avanzar con la
velocidad de otros países porque a la nación antillana se le obstaculiza el
acceso a las nuevas tecnologías, lo cual ha representado, a su vez, un
incentivo para elevar la preparación y, con los recursos disponibles, realizar
los procesos que viabilicen las transacciones bancarias.
Expuso que, a partir de la innovación y el desarrollo
de las tecnologías, ya con un código QR no es necesario el uso de otros
equipamientos costosos. Con el trabajo conjunto de la Empresa de
Telecomunicaciones de Cuba S. A. (Etecsa), Enzona, las redes de TPV de Fincimex
y el sistema bancario, existen muchas posibilidades para seguir avanzando en la
bancarización de transacciones.
Alonso Vázquez recordó
que el efectivo es el medio de pago que más cuesta al país: para emitirlo, hay
que importar papel, tintas, equipamiento, piezas de repuesto, insumos. Luego de
su emisión, requiere de transportación, custodia, distribución, lo que conlleva
fuerza de trabajo y gastos energéticos.
Agregó que la fuerza
laboral del sistema bancario se ha visto descapitalizada, debido a la
distorsión de los ingresos salariales del sector estatal en relación con el no
estatal, entre otros factores, lo cual ha afectado la línea de trabajadores en
caja.
Aunque se incrementó la
línea de cajas para atención a clientes y se establecieron sistemas de pago por
resultados para estimular a los trabajadores, solo se encuentra completada la
línea de caja al 84 por ciento (%).
Significó que el
porcentaje más bajo lo muestra la capital, justo donde existe mayor
concentración de población, actores económicos y de operaciones.
De ahí que se siga
enfocando el trabajo en alternativas para que las personas necesiten ir cada
vez menos al banco, lo cual es uno de los objetivos de la bancarización.
Según los datos
presentados por los funcionarios del BCC, en el año 2020 se realizaba en
efectivo el 57,79 % de las operaciones, mientras que el 42,21 % no usaba
efectivo.
Para 2021, con la incidencia de la pandemia de COVID-19 y el incremento
de las operaciones desde el domicilio y la potenciación del comercio
electrónico, se invirtió la situación, y se constató que el 72,16 % de las
operaciones se realizaron sin el uso de efectivo, y solo el 27,84 % de las
mismas lo emplearon.
Esta condición se ha
mantenido e incrementado en lo sucesivo.
A partir de la
promulgación de la Resolución 111 del BCC en agosto último, se ha ido creciendo
en un ritmo mensual del 0,6 %, aunque existen capacidades para avanzar más.
Si bien el crecimiento de
las operaciones a través de los canales electrónicos creció un 8,3 % en
septiembre, y se espera para noviembre un aumento de casi el 30 %, la retención
de efectivo en manos de la población y de un grupo de actores económicos no
estatales sigue creciendo también, fenómeno que representa un alto costo para
la economía, pues crea distorsiones como el fenómeno inflacionario, que todavía
no se ha detenido.
Esto significa, reconoció
Alonso Vázquez, que aún debemos crear estrategias para que esos actores
económicos puedan desarrollarse plenamente sin tener que retener el efectivo.
La retención de efectivo,
añadió, impide la transparencia de las finanzas de los actores económicos, lo
cual puede incurrir en la violación de la legalidad.
Desde el BCC, se
mantienen acciones de capacitación financiera, y se ha alertado a las entidades
violadoras de la Resolución 111 como primera medida, pero, de continuar las transgresiones,
el sistema bancario estaría en la obligación de aplicar las medidas cautelares
establecidas en el Decreto Ley 363, que pueden llegar incluso a la suspensión
del servicio bancario, sin el cual un actor económico no podría operar.
El directivo aclaró, una vez más, que el proceso de bancarización no
significa que se eliminará el uso del efectivo.
Precisamente, sobre la
retención de efectivo fuera del sistema bancario, Julio Pérez Álvarez, director
general de Sistemas de Pagos del BCC, explicó que el fenómeno impacta en el
incumplimiento de la obligación del sistema bancario para responder a las
extracciones de efectivo a través de las cajas y cajeros automáticos,
compromete pagos de nóminas salariales, jubilaciones.
Ello, recalcó, ha exigido
un esfuerzo superior del sistema bancario y las instituciones para cumplir con
su misión.
Pérez Álvarez adelantó
que se pretende incorporar en el futuro al cono monetario existente, monedas
metálicas con valor de 10 pesos, que tiene mayor durabilidad que los billetes
de igual denominación.
Alberto Quiñones
Betancourt, vicepresidente del BCC, se refirió a la gradualidad del proceso de
bancarización, basada en la creación de condiciones para su implementación.
En los casi cuatro meses
de la implementación, se ha realizado un acercamiento con las entidades y
actores económicos para explicar el proceso y sus beneficios.
Asimismo, se ha trabajado en la capacitación de los
trabajadores bancarios, del cual ya se ha capacitado el 98,48 %, así como también
de 300 mil 627 actores económicos (entidades estatales, no estatales y personas
naturales), lo cual representa el 56,3 % del potencial existente.
Al referirse a los pagos
digitales, señaló que se han identificado problemas internos con las
plataformas de comercio electrónico, dados por el aumento del volumen de
operaciones, y que se ha trabajado en el perfeccionamiento del proceso, para
que sea más ágil.
Entre las provincias que
más avanzan en el uso de los canales digitales se encuentran La Habana,
Matanzas, Villa Clara, Holguín y Santiago de Cuba, señaló el directivo, que
aprovechó para elogiar la iniciativa de realizar en varios territorios las
denominadas ferias tecnológicas para estimular la venta con el uso de los pagos
digitales.
Asimismo, se evidencia un
incremento de los comercios que solicitan la habilitación de los códigos QR
para el pago electrónico y el uso de los terminales de punto de venta en las
tiendas de Cimex y Tiendas Caribe, donde se incentiva la existencia de variedad
de canales de pago electrónico, a fin de que el cliente pueda elegir cuál usar.
Quiñones Betancourt también mencionó el avance en el empleo del
servicio de caja extra, donde se destacan las provincias de Holguín, Matanzas,
Villa Clara y La Habana.
Al finalizar el programa, el presidente del BCC insistió en que la diferenciación de precios en los comercios en dependencia de si se paga en efectivo o de manera digital representa una ilegalidad, así como también la negación a aceptar pagos digitales, teniendo las condiciones para asumirlo, o rechazar determinadas denominaciones de billetes de alta o baja denominación. (Tomado de la Agencia Cubana de Noticias)