Un homenaje al reconocido
percusionista Tata Güines, en el décimo quinto aniversario de su muerte, devino
la peña Miércoles de la rumba, espacio que promueve la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
Esta cita, en defensa de lo más autóctono de las raíces musicales cubanas,
tuvo por escenario el emblemático Hurón Azul.
La peña tuvo como
invitado especial a Arturo Soto Martínez, hijo del destacado músico, quien, tras
la muerte de su progenitor, asumió la dirección de la agrupación que lleva el
nombre del homenajeado.
“Mi padre marcó pautas en
la historia de la percusión, el creador de muchos estilos. Tata está aquí, está
su música; espero que este espacio se mantenga, y yo me siento muy contento de
ser la continuación de su obra”, subrayó el también conocido como Príncipe
de la Rumba.
Desde el escenario, Tata Güines Junior recordó la presencia de destacados rumberos en este espacio de la Uneac, que siempre ha permitido mantener viva la rumba cubana, reconocida en el mundo y madre de numerosos ritmos y bailes latinos.
En el Miércoles de la rumba, se rememoró el
estilo único de Tata Güines de tocar la tumbadora y el bongó.
Los presentes disfrutaron
de la presentación de la agrupación que da continuidad a su legado musical.
Bajo el sonido del tambor, la danza y la fuerza sonora que caracteriza a esta melodía, la peña resaltó este género musical, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y reunió a exponentes y amantes de la música tradicional afrocubana. (Milena Céspedes Milán)