El desempeño del lanzador Remberto Barreto ha sido clave para que Industriales, representativo de La Habana, esté en la batalla por uno de los boletos a la postemporada de la II Liga Élite del Béisbol Cubano.
Este pícher de 25 años quemó el jueves
último los maderos de la poderosa tropa matancera -artillada con tres ex
Grandes Ligas y un MVP de la Liga Japonesa-, para archivar su sexta victoria de
la campaña y liderar ese departamento.
La madurez que ha mostrado encima del montículo es notable; luego de
cuatro temporadas con altibajos (las dos primeras con Cienfuegos), ha recogido
de la arcilla la bandera azul y se ha convertido en el hombre de confianza del
mentor Guillermo Carmona.
“No me considero el primer lanzador del equipo. Lo más importante es el
apoyo que recibo de todos mis compañeros. En un momento difícil, como el que
estamos viviendo, me ha tocado ser quizás al que mejor le han salido las cosas,
pero no hay conformismos, hay que mejorar para ser más efectivos”, declaró
al periódico local Tribuna de La Habana.
Después de exhibir un balance de 10-12, un promedio de carreras limpias
de 5.33 y de conceder 6.67 bases por bolas cada nueve entradas durante su corta
carrera, ha dejado números en esta contienda selectiva dignos de un
serpentinero de equipo nacional.
Sus contrarios le compilan apenas para 211 de average, y solo ha
boleado a ocho en 45,1 capítulos de trabajo, labor que le ha permitido
encabezar el promedio de embasados del torneo (Whip), con 0.93, y colocarse segundo
en efectividad (PCL), con 2.18.
“Esto es producto de mucha entrega, sacrificio y entrenamiento diario (…),
añadió el lanzador.
“Los profesores Javier Gálvez y Reinier Madruga me han ayudado mucho con
sus consejos y con el trabajo que han hecho para mejorar mi mecánica y el
control”, agradeció.
Barreto no olvida nunca a los Elefantes de Cienfuegos, conjunto que lo
acogió en sus filas cuando no lograba impresionar a los técnicos de la capital cubana
y donde pudo hacer su debut en Series Nacionales en 2019.
Agradezco mucho a la dirección de ese equipo y a los profesores de la
Antillana de Acero que me llamaron por aquel entonces para jugar una triangular
en la cual los cienfuegueros pudieron verme, recordó.
Con una recta que ronda las 90 millas por hora, una sliders efectiva y
un cambio de bola que tiende a caer delante del plato y se le aleja a los
zurdos, el diestro azul ya acumula par de triunfos ante Las Tunas y Artemisa y
uno contra Matanzas y Santiago de Cuba.
En la semana que comienza, se presentará por primera vez frente a los Gallos de Sancti Spíritus en su valla del estadio José Antonio Huelga, en busca de su séptima victoria. (Redacción digital)