Para una mejor implementación de la Política integral de la niñez, las adolescencias y las juventudes en Cuba, diputados debatieron las propuestas encaminadas hacia esos grupos etarios de vital importancia en la sociedad.
Ante la Comisión de Atención a la Juventud, la
Niñez y la Igualdad de Derechos de la Mujer de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), Jorge Luis Perdomo Di-Lella, viceprimer ministro de la
República, consideró que la normativa, aprobada durante la actual legislatura,
se encuentra en plena construcción, y requiere de un concepto transformador que
vincule a los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE), a las
instituciones académicas y organizaciones sociales y de masas.
De acuerdo con Perdomo Di-Lella, las acciones
para los niños, adolescentes y jóvenes cubanos se encaminan hacia áreas
estratégicas como la formación de valores culturales e identitarios, la
recreación, la salud sexual y reproductiva y el empleo de las tecnologías de la
información y las comunicaciones.
Se refirió a la creación de grupos de trabajo que
elaboren un instrumento jurídico -ya sea una ley, decreto-ley o código - que
vele por el respeto a los derechos y contemple los deberes de esos grupos poblacionales.
Naima Trujillo, ministra de Educación, manifestó
que todos los actores de la sociedad se deben vincular para cumplir con lo que
estipula esa política gubernamental en función de la niñez y de adolescencias y
juventudes acordes a las exigencias de los tiempos que corren.
Insistió en la sensibilidad a través de la
comunicación y de los resultados de las investigaciones científicas para
conectar mejor con esos públicos que constituyen las nuevas generaciones.
Desde el sector de la Educación, Trujillo planteó
la importancia de la diversificación de las ofertas para los jóvenes que
generen un balance en la formación técnico-profesional y que garanticen la
continuidad de estudios para preparar al personal calificado que el país
necesita.
Adelantó que se trabaja en la creación de un
centro nacional para la formación del talento, en función de potenciar el
intelecto en los estudiantes de alto rendimiento que participan en concursos y
olimpiadas de conocimientos.
La titular dijo que en el marco del III
Perfeccionamiento del Sistema Educativo, la Educación Técnico-Profesional se
encuentra inmersa en el ordenamiento de su red escolar, la cual debe parecerse
a las competencias profesionales que necesitan sus estudiantes, señala un cable
de la Agencia Cubana de Noticias.
Enfatizó en la importancia de la participación
infantil y juvenil en los escenarios laborales, comunitarios, familiares y
medioambientales, pues cada vez son más protagonistas de los sucesos cotidianos
de la nación.
Aseveró que la política no puede ser asistencialista,
sino que todos los involucrados deben trabajar por la existencia de sujetos más
críticos, basados en conceptos descolonizadores.
Walter Baluja, ministro de Educación Superior,
insistió en el conocimiento de la historia de Cuba y de la identidad nacional
para entender el camino por el cual transitamos.
Esos vacíos son, al decir de Baluja, un problema
social que los niños, adolescentes y jóvenes han heredado y para el cual los
OACE, directivos y profesores tienen que prepararse.
Apuntó que es preciso buscar modalidades más
interactivas, participativas e innovadoras de impartir esos conocimientos.
Hay que acercar a esas poblaciones a una
formación cultural integral que abarque también la transformación en la
conducta social, añadió.
La Política integral de la Niñez, las
Adolescencias y las Juventudes, aprobada en el año en curso, se orienta a
articular todos los factores que intervienen en las diversas condiciones que
viven niños, adolescentes y jóvenes cubanos, así como a transversalizar sus
derechos y concebir a las generaciones jóvenes como actores estratégicos del
desarrollo. (Redacción digital)