La Casa Eusebio Leal Spengler acogió la entrega oficial, post mortem, del Premio Internacional Gaviota, al "eterno historiador" de la Ciudad La Habana, Eusebio Leal Spengler (1942-2020).
Javier Leal, hijo de quien lideró durante muchos años y hasta su fallecimiento la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), recibió de las manos del Dr. Daniel Martín Subiaut, destacado cantante cubano, compositor y presidente del Instituto Latino de la Música (ILM), la escultura representativa del máximo galardón perteneciente a la Academia de Premios Latinos, que reconoce el compromiso social, el talento, la perseverancia, los resultados y la trayectoria de personalidades.
A la ceremonia asistieron, además, Perla Rosales Aguirreurreta, directora general adjunta de la OHCH; Santiago Ruy Sánchez de Orellana, a cargo de los Asuntos Culturales y Prensa de la embajada de México en Cuba; Miguel Hernández, director de la Casa Benito Juárez, entre otros directores de casas museo y jóvenes trabajadores de la OHCH.
En el acto, el Dr. Martín expresó:
“Próxima a celebrar su trigésimo aniversario, bajo el liderazgo de su fundador y actual presidente, Fernando Santos Pérez, acompañado por las 27 personalidades que componen su Comité Central Internacional y sus 13 integrantes del Comité de Consejeros, distinguen al Dr. Eusebio Leal Spengler con el premio internacional Gaviota.
“Esta presea se concede a las personalidades más destacadas, por el esfuerzo y la constancia que han demostrado durante su trayectoria en áreas diversas como lo cultural, deportivo, empresarial, social o de comunicación, entre otras.
“El valor de su legado está al alcance de los ojos, de los pies, del alma cada vez que andamos La Habana. Martiano como pocos, llevó al extremo la máxima de “La obra: adelante; el amor: adentro.
"Sí, la obra de Leal, como simplemente le llamamos sus amigos, sus hermanos de causa, los vecinos de esta Habana Vieja que lo extraña todos los días, le llevó toda la vida, toda la energía, todo el amor.
“Su legado hizo inclinar, en reverencia, a reyes, gobiernos, pueblos, artistas, niños, jóvenes, adultos y ancianos que aún vemos en él, a ese amigo sincero y cercano, que nunca sentimos lejos, porque su esencia está en el aire que inhalamos. Al no verlo, pensamos que simplemente se fue de viaje y que a veces regresa de forma mágica, natural y bella, en el sentimiento patriótico de un joven soñador, en la risa de un niño en el hogar materno Leonor Pérez y en un arcoiris sobre nuestra bahía, a donde llega esta gaviota mexicana a decir: Gracias Leal, por tanto amor a La Habana.”
(Redacción digital. Con información de Habana Radio)