Entre las novedades de la presente edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano sobresale su salida a espacios públicos, propiciando acercamientos a mayor número de personas.
Haciendo honor al slogan
que preside la edición 44 de la cita cinematográfica, Luz verde. ¡Acción!,
escenarios improvisados en la céntrica calle 23 reciben muestras de
documentales y cortos que, desde diferentes latitudes, fundamentalmente de esta
región, llegan para compartir parte de las historias y la identidad de sus naciones.
El primer fin de semana, en las inmediaciones de la popular esquina de 23 y 12, convertida en un cine al aire libre, la Empresa Mambo S.R.L. se sumó a las celebraciones por el aniversario 65 del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) con un homenaje desde la música, acompañando a la proyección de materiales antológicos de la filmografía del área.
Cambiando de sede para el Hotel Nacional de Cuba, la iniciativa del músico y empresario Arnaldo Rodríguez continuará trayendo al festival conciertos de músicos cuya obra ha estado vinculada al séptimo arte, saludando también los 30 años de la antológica cinta Fresa y Chocolate, la experimentación sonora en el cine cubano, la impronta femenina, los Noticieros Icaic Latinoamericanos y la presencia en la pantalla grande de géneros identitarios, como el son, la rumba y la nueva trova.
Para los más pequeños, la
plataforma Corazón Feliz ha
encontrado espacio en la Casa del Alba Cultural. Allí, junto a la actuación de
payasos y proyectos dedicados a los niños, se
ha disfrutado de la proyección de audiovisuales cubanos y extranjeros, creados
especialmente para ellos.
Esta es una edición que ha marcado diferencias positivas, como paliativos a la difícil situación económica que vive el país sede y el estado técnico-constructivo de las salas de cine en la capital cubana. (Digna Rosa Pérez Morejón)