Los Leones de Industriales no pudieron acceder a la gran final de la II Liga Élite del Béisbol Cubano, al sufrir ante los guerreros Cazadores de Artemisa su cuarta derrota, dos de estas en casa: el estadio Latinoamericano, de La Habana.
Tristes se sienten los aficionados con este resultado, a pesar de comprender -desde que quedaron organizados los pareos semifinales- que esos rivales se veían muy superiores en el campo de juego y que sería una gran sorpresa si los azules alcanzaban ante ellos su boleto finalista.
Las dos victorias iniciales en los predios del estadio 26 de Julio, de Artemisa, espantó a la exigente fanaticada de los graderíos del Coloso del Cerro, invadido por cientos de entusiastas artemiseños, que por primera vez en su historia veían a su equipo con altas posibilidades de llegar a una final beisbolera.
Los números lo dicen todo. Los Cazadores, salvo en la defensa, fueron superiores en todos los parámetros y no dejaron margen a dudas con su merecido triunfo.
La tropa de Guillermo Carmona anotó casi la mitad de las carreras de su oponente (13 por 25), apenas promedió a la ofensiva para 211 con un solo cuadrangular (fueron segundos en este acápite en la fase regular) y para colmo sus bateadores solo remolcaron a nueve de los 56 corredores que encontraron en posición anotadora, para un bajísimo 16.07 por ciento de efectividad.
El cuerpo de lanzadores, no obstante su promedio de limpias de 5.27 cada nueve entradas (recuerden el nocaut del primer día), se comportó bastante bien, pero la artillería no los apoyó, y muchos de ellos terminaron flaqueando, víctimas de la frustración que eso produce.
Clasificar para esta liga fue un premio grande. Una decena de estadios de cabeceras de provincia se mantuvieron cerrados y miles de fanáticos se tuvieron que conformar con seguir a algunos de sus jugadores favoritos esparcidos como refuerzo en otros equipos.
Artemisa fue un contrario sólido, artillado con hombres que produjeron como se esperaba, más combativo sobre la grama y con la unidad que necesitan los campeones para imponerse. (Redacción digital. Con información de Tribuna de La Habana)