Con motivo del 13 de febrero, Día Mundial de la Radio, publicamos el mensaje conmemorativo de Audrey Azoulay, directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, La Ciencia y la Cultura (Unesco):
En este Día Mundial de la Radio celebramos no solo la historia de la radio, sino también su función esencial en nuestras sociedades, actualmente y en el futuro.
El año 2024 marca un hito en la historia de este medio: se cumplen 100 años de la primera retransmisión radiofónica en directo de los Juegos Olímpicos, precisamente cuando van a volver a celebrarse en París.
Este hito nos recuerda que la radio, desde que surgió a finales del siglo XIX, nos sigue acompañando y uniendo en torno a emociones compartidas y momentos importantes.
Desde hace más de un siglo, la radio nos informa, nos entretiene, pero también nos educa, como subraya el tema de este año.
Esto es aún más cierto hoy en día, pues, a pesar de la creciente influencia de Internet y de las redes sociales, la radio sigue siendo una fuente primordial de información y entretenimiento: su número de oyentes se estima en más de cuatro mil millones de personas.
La radio es, además, el medio que llega donde otros no llegan: mientras que casi un tercio de la población, en 2023, no tiene acceso a una conexión decente a Internet —una proporción que llega incluso a la mitad en las zonas rurales—, la radio constituye un medio más inclusivo y accesible, sobre todo en situaciones de crisis.
Por ejemplo, en el Afganistán, tras la decisión de privar a las mujeres afganas de su derecho fundamental a aprender y enseñar —que la Unesco condenó firmemente y de manera inmediata—, nuestra Organización ha puesto en práctica una auténtica
pedagogía radiofónica, apoyando en particular a Radio Begum. Esta emisora de radio, organizada por y para las mujeres afganas, les imparte cursos de alfabetización y les da voz en sus programas.
Porque la radio también puede ser la voz de los sin voz, al permitir a todas las personas y comunidades expresarse y manifestar la diversidad de sus culturas. Por eso la Unesco apoya y fomenta las radios comunitarias en todo el mundo.
Como vemos, la radio es algo más que un medio técnico de difusión: encarna una cierta idea de la información, la diversidad cultural y la educación para todos. Por qué no decirlo: la radio puede y debe ser un medio humanista.
Que este 13 de febrero nos sirva para reconocer una vez más el camino recorrido por la radio y la fuerza de sus ondas para construir —y transmitir— la posibilidad de un mundo mejor.
(Redacción digital. Foto: Cubaminrex/archivo)
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