Científicos de La Habana y México trabajan de conjunto en la ejecución de cuatro proyectos investigativos enfocados en lograr un diagnóstico precoz y tratamientos efectivos de la enfermedad de Alzheimer (EA).
El doctor en Ciencias Mitchell Valdés Sosa, director general del Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro), precisó al diario Granma que las líneas de investigación conjunta son el desarrollo de la molécula Cneuro-201 y su caracterización farmacocinética, la creación de un método de diagnóstico temprano de la EA, y un modelo experimental para corroborar el efecto neuroprotector del producto cubano NeurEopo en el traumatismo craneoencefálico (TCE).
Por la parte de
la mayor de las Antillas participan investigadores del Ministerio de Ciencia
Tecnología y Medio Ambiente, y de Cneuro, y por México intervienen el
Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México,
específicamente el Instituto de Neurobiología, con el apoyo del Consejo
Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología de ese país.
Los resultados
preliminares del proyecto de desarrollo de la molécula Cneuro-201 mostraron la
potente capacidad neuroprotectora de ese compuesto, capaz de desagregar las
placas β-amiloides e inhibir la agregación de los péptidos β-amiloides, resaltó
Valdés Sosa.
Explicó que, por
otro lado, a partir de la investigación enfocada a verificar cómo actúa el
Cneuro-201 dentro del organismo (en particular en sangre de animales de
laboratorio), se podrá conformar un modelo matemático para diseñar un esquema
de dosificación eficaz y seguro, en humanos, reseña un artículo de la Agencia
Cubana de Noticias.
Sobre el
proyecto para la creación de un método de diagnóstico temprano de la EA, en el
cual se emplea el radiofármaco cubano Cneuro-120, el especialista puntualizó
que se logró comprobar que ese producto puede atravesar la barrera
hematoencefálica y unirse a las placas β-amiloides, que caracterizan la
enfermedad de Alzheimer.
Asimismo, señaló
que el NeuroEpo, desarrollado en el Centro de Inmunología Molecular y
actualmente en ensayos clínicos, muestra preliminarmente que, administrada de
manera repetida por vía intranasal, reduce las alteraciones sensoriomotoras y
cambios en la conducta, inducidos a largo plazo por un TCE.
Valdés Sosa
indica que estos resultados apoyan la idea de que la administración intranasal
de ese fármaco en sujetos que hayan sufrido este tipo de lesión puede evitar
sus consecuencias futuras, manteniendo así una buena calidad de vida.
“El reto es
enorme, pero nos anima la convicción de que los aportes de estos esfuerzos por
lograr el diagnóstico precoz y tratamientos efectivos de la EA, tributarán a la
salud de nuestros dos pueblos”, aseveró el científico.
La EA, que afecta
a más de 50 millones de personas en todo el mundo, es un tipo de demencia que,
de manera progresiva, destruye la memoria del paciente y lo hace perder la
capacidad de pensar, hablar, escribir, decidir y moverse por sí mismo, hasta
dejarlo postrado.
Estudios
realizados bajo la conducción del doctor en Ciencias Médicas Juan Libre
Rodríguez, de la Unidad de Investigación de Demencia de la Universidad Médica
de La Habana permitieron estimar que en Cuba la prevalencia de la demencia en
la población cubana de 65 años y más, es del 10,2 por ciento; y la EA es la
principal causa.
Subraya el
reporte de Granma que aproximadamente, 160 mil personas viven hoy con esa
dolencia en el país, cifra que ascenderá a unas 273 mil para 2040.
Valdés Sosa
expresa que hasta la fecha no existe cura alguna para la EA, y los tratamientos
se enfocan solo en determinados síntomas, con la finalidad de mejorar la
calidad de vida de los pacientes. (Redacción digital. Foto: Cubasí)
RSL