“Por Cuba juntos creamos”, más que un lema o convocatoria flotando es un modo de laboreo y enfrentamiento dinámico y visible a los problemas en toda Cuba por estos días, a propósito del advenimiento del Primero de Mayo, en medio de un entorno económico apremiante y retador.
La celebración es, otra vez, fiesta en esta tierra donde los trabajadores, con el sudor de su frente, ganaron hace más de 60 años los derechos básicos y más trascendentales, y en la que las generaciones sucesoras cumplen la misión de enfrentar los estragos de un bloqueo económico, comercial y financiero injusto y brutal, sin dejar de reconocer sus problemas y trabas internas, y empeñadas en eliminarlos con fuerzas propias. Ese deviene el camino y el deber que los conmina.
Coincide la fecha en este 2024 con el proceso orgánico del XXII Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, entidad a su vez directriz de una jornada de movilizaciones que ha marchado al ritmo de “Por Cuba juntos creamos”, con el entusiasmo de siempre.
Este año, la celebración del Día Internacional de los Trabajadores volverá a recorrer con alegría y fuerza todo el territorio nacional, pero de manera distinta a la tradición que siempre ha distinguido a la fecha en el patio, matizado siempre por vistosos desfiles gigantescos y llenos de fervor y compromiso, pues hubo que hacer ajustes debido a la reducción del transporte por razones ya dadas a conocer con anterioridad al pueblo.
El cambio fue anunciado oportunamente cuando Ulises Guillarte de Nacimiento, secretario general de la central obrera, presentó la convocatoria en un acto efectuado en la Empresa Industria Electrónica Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán, del municipio habanero de Boyeros.
Fue el momento en que, además, el dirigente definió que se festejaría la importante celebración mundial redoblando todavía más los esfuerzos por la recuperación económica del país, desafío ingente de pueblo y dirigencia cubana, y en especial de la clase trabajadora, principalmente en la producción de alimentos, incremento de las exportaciones y obtención de divisas frescas, y la reducción de la ascendente inflación.
La fiesta y el combate se mantendrán, con el ímpetu de siempre, esta vez con la realización de concentraciones en toda la nación. Se supo temprano que en la capital, por ejemplo, el desfile que culminó toda la vida en la histórica Plaza de la Revolución, se trocará en combativo y patriótico acto en la Tribuna Antimperialista José Martí, del Malecón, al que concurrirán unos 200 mil trabajadores de los municipios Plaza, Cerro, Centro Habana, Habana Vieja y Playa, los más cercanos.
Otro lugar más que apropiado y lleno de simbolismo para manifestar el total respaldo a los proyectos de la Patria, a su libertad y soberanía, a los derechos sindicales, al progreso del país y a la condena del bloqueo imperial.
Ya se han apreciado en los preparativos los esfuerzos mediante el trabajo productivo y voluntario, junto a la decisión de dar un no rotundo a manifestaciones de desidia, morosidad, indisciplinas o lentitud en la solución de los problemas.
Es voluntad de trabajar, avanzar y vencer abriéndose paso cada vez de manera más visible, aunque el camino todavía es largo al respecto, sobre todo en algunas áreas de sectores prioritarios y decisivos de la economía donde los resultados todavía se hacen esperar, pues se sabe que trabajar con la conciencia es más complejo que en lo tangible.
Corregir las distorsiones e impulsar la economía constituye un propósito gubernamental y de los colectivos laborales que han estado discutiendo y haciendo proyectos para colaborar en esta jornada especial que ha venido antecediendo al Primero de Mayo. Y es espíritu que se debe mantener en lo adelante, pues las metas son de interés común y nada se avanzaría sin estrechar esa urgente sinergia y control de quien deba controlar y exigir resultados.
Los aniversarios 65 del triunfo de la Revolución, 171 del natalicio de José Martí y 85 de la fundación de la CTC, son regidores de los actuales festejos, así como la ratificación del respaldo y solidaridad de los laborantes cubanos al pueblo palestino, agredido de manera monstruosa en Gaza por el ocupante israelí, al costo de decenas de miles de muertes, principalmente de niños.
Y algo que caracteriza a los cubanos se repetirá este año con la visita de representantes sindicales de otros puntos del planeta y el intercambio amistoso y de hermanos con ellos, bajo las banderas inclaudicables de las convicciones y el amor por la justicia, y la búsqueda de soluciones a las causas nobles del planeta, sobre todo solidarias con los trabajadores o desempleados que no disfrutan de leyes y derechos ya ganados en Cuba hace mucho tiempo.
El Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba ha sido una parte hermosa de ese programa inspirado nuevamente en memoria de los mártires de Chicago, asesinados el Primero de Mayo de 1886, a consecuencia de su lucha en reclamo de derechos inalienables de la clase obrera. Esas banderas, repetimos, presidirán el Día Internacional de los Trabajadores en plazas, poblados y centros de labor. (Redacción digital. Con información de la ACN)
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