Un lugar de La Habana que merece especial atención para una visita en las vacaciones de este verano es el Museo Postal Cubano José Luis Guerra Aguiar.
Allí se pueden apreciar, no solo los sellos de correo,
sino otros elementos postales y objetos relacionados con la correspondencia.
Este centro cultural está ubicado en los bajos del
edificio del Ministerio de
Comunicaciones, en la avenida de Rancho Boyeros y la calle Aranguren, uno
de los vértices de la Plaza de la Revolución José Martí.
Inaugurado el 2 de enero de 1965, se integra a los
esfuerzos del Gobierno Revolucionario por masificar la cultura en todas sus
expresiones y contribuir al rescate del patrimonio nacional.
Su historia comenzó casi tres décadas antes de su
fundación, cuando en 1939 la Secretaría de Comunicaciones, a instancia de los filatelistas cubanos existentes
entonces, dictó una resolución para la creación del museo, acción que se
repitió en 1955 sin que las cosas pasaran de esas intenciones.
La institución posee una sala transitoria, reservada a
muestras personales de coleccionistas principiantes o consagrados y se exponen
periódicamente piezas destacadas provenientes de los fondos de la entidad. En
esa sala también se reserva un panel a la Muestra
del mes, con materiales destinados a resaltar acontecimientos de la
historia del correo y la Filatelia.
La sala principal cuenta con vitrinas donde el visitante
puede conocer piezas originales que muestran períodos históricos del correo
universal y lo más relevante en Cuba.
Se puede apreciar el peniquenegro, primer sello postal utilizado en el mundo, aparecido el 6 de mayo de
1840 como resultado de la reforma postal que tuvo lugar en Inglaterra y que
revolucionó el correo a nivel mundial.
También se pueden observar sellos emitidos por la República de Cuba en Armas durante las
guerras independentistas, destinados al correo mambí.
También se exhiben aditamentos, canceladores* de sellos y
otros elementos, así como piezas relacionados con el servicio postal, entre los
que destaca el cohete experimental que fuera lanzado el 15 de octubre de 1939
con el propósito de encontrar un medio rápido y eficaz de enviar
correspondencia entre dos puntos.
Se cuenta con 525 paneles desplegables donde se muestran
colecciones filatélicas de un considerable número de países, desde los primeros
atesorados por el museo hasta la actualidad.
Inaugurada el 2 de mayo de 1985, en ocasión del vigésimo
aniversario del Museo Postal, la Sala Cuba cuenta con una importante
colección especializada en la historia postal y filatélica cubana, expuesta en
300 paneles.
Se distingue en esta sala la Cubierta de 1760 con la marca postal Havano, primera conocida en el correo cubano.
La muestra nacional se inicia con la primera emisión de
sellos que circuló en la mayor de las Antillas en 1855, e incluye una
descripción de todo el proceso de confección de los sellos, con bocetos,
pruebas de ensayo, falsificaciones y habilitaciones.
Una visita al Museo Postal Cubano José Luis Guerra
Aguiar es una opción nada despreciable, no solo para los aficionados al
coleccionismo de especies postales, sino para todos aquellos que quieran
ampliar su universo cultural.
Crear un espacio en su plan recreativo de este verano
para visitarlo, no vendría mal y es aseguro que le dejará una experiencia
difícil de olvidar.
*Cancelador de sellos: cuño especial para imprimir una marca sobre los sellos que se pegan en los sobres y evitar que puedan ser despegados y reutilizados para el franqueo postal; sin embargo, los sellos que no han sido cancelados no tienen valor para las colecciones filatélicas (N.A.). (Gilberto González García. Foto: diseño del autor)
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