Revisiones bibliográficas y consultas con los vecinos con más años de residencia en el lugar coinciden en señalar que el barrio se estableció en las antiguas estancias Campa y Padre Zamora, que comenzaron a parcelarse a partir del 4 de diciembre de 1860, cuando el entonces ayuntamiento de La Habana autorizó el fomento del reparto Dolores, en la primera de esas demarcaciones.
Dos años más tarde, se autorizaría la creación del reparto Padre Zamora, en la estancia homónima, y queda definido el núcleo urbano de lo que sería a partir de 1878 el barrio de Coco Solo, al convertirse Marianao en municipio.
Varias fuentes sostienen que el barrio recibió el nombre de Coco Solo debido a la abundante existencia en el lugar del llamado cocó (material calizo utilizado en la construcción).
Pero, hoy, ¿qué sucede en Zamora-Coco Solo?
Se afirma que en este barrio tienen un rol protagónico varios líderes populares y religiosos, que encabezan el acometimiento de las tareas de interés comunitario.
Recientemente, como parte de un ejercicio de vigilancia, la circunscripción 6 acogió un intercambio entre vecinos, quienes se refirieron a las principales preocupaciones de los lugareños, enfocadas a seguir mejorando las condiciones de vida de la comunidad.
Foto: Ileana Ortega Chávez. |
Hoy, los ejecutivos de los Comités de Defensa de la Revolución (mayor organización de masas de Cuba) en la zona están básicamente integrados por jóvenes, quienes se nutren de otros con varios años de experiencia.
Foto: Ileana Ortega Chávez. |
En este barrio, si de servir al pueblo se trata, si de ayudar a otros se trata, el colectivo de trabajadores de la bodega La Última es ejemplo.
Ellos no solo brindan servicio al pueblo, despachando la canasta basica familiar normada; también donan sangre y se insertan en todas las tareas de la comunidad.
Foto: Ileana Ortega Chávez. |
Otro espejo de lo que acontece allí es el círculo infantil Anthón Makárenko, ejemplo de cómo preparar a las nuevas generaciones. Su colectivo, con mucho amor, entrega y dedicación, cumple la honrosa misión de sembrar valores desde la primera infancia.
El día de nuestra visita, en compañía del delegado de la circunscripción, Johan Martínez, los niños realizaron actividades que fomentan el amor a la agricultura y al medio ambiente en general, con énfasis en la necesidad de cuidar y preservar en entorno natural.
Foto: Ileana Ortega Chávez. |
Resulta clave sembrar en ellos -desde muy pequeños- esos valores y sensibilizarlos con la importancia del trabajo en la sociedad.
Es muy grato conocer la gente linda que vive en este consejo popular, donde los vecinos, con sus propios esfuerzos, trabajan por transformar su comunidad, a pesar de sueños por cumplir. (Iliana Ortega Chávez. Foto de portada: red social X)
RSL