Oficiales del Ministerio del Interior, investigadores y analistas cubanos coincidieron en
calificar al terrorismo como un arma en el arsenal de la guerra que impulsa Estados Unidos contra la
Revolución en el país caribeño.
La falta de acción contra organizaciones y personas que
financian y organizan desde territorio estadounidense esos hechos violentos, y
sus ejecutores, son un estímulo a su
realización, apuntaron los especialistas, al comparecer en el programa
radiotelevisivo Mesa Redonda.
Cuba mantiene una posición responsable y seria en el enfrentamiento
contra el terrorismo, pese a la falta de reciprocidad de los organismos de
seguridad de Estados Unidos, puntualizó el coronel Víctor Álvarez, jefe del Órgano
Especializado de la Dirección General de Investigación Criminal del Ministerio
del Interior.
Afirmó que, desde 1996, su país mantiene contactos con las
autoridades estadounidenses y colabora en el tema con sus organismos de
seguridad desde mucho antes; sin embargo, las personas residentes en esa nación
norteña identificadas como responsables de actos violentos siguen en libertad y
activas en la preparación de acciones terroristas contra Cuba.
El oficial ofreció numerosos ejemplos de esas notificaciones no escuchadas y alertó sobre la peligrosidad de la falta de medidas contra quienes desde la Florida promueven la realización de esas agresiones en la isla, así como también contra las embajadas y otras instalaciones de este país antillano en Estados Unidos.
Recordó que Cuba publicó el pasado año una lista nacional de
personas vinculadas con el terrorismo que operan desde territorio
norteamericano.
Para el investigador del Centro de Investigaciones
Históricas de la Seguridad del Estado, José Luis Méndez, Washington emplea un
doble rasero sobre el tema del terrorismo, al encubrir y estimular esas
acciones, mientras incluye a Cuba en el listado del Departamento de Estado de
países que supuestamente las patrocinan.
Michel Torres, director de la Editorial Nuevo Milenio,
guionista y director del programa Con Filo, afirmó que las redes sociales
digitales brindan capacidad y velocidad de articulación a esas redes
terroristas, muchas veces desde el anonimato.
El enorme potencial de esas plataformas para difundir el
discurso de esas organizaciones, que provocan ya de por sí el terror, se suma a
la impunidad para operar libremente, ante el doble rasero de los proveedores de
las mismas a la hora de bloquear esos contenidos.
La utilización de los llamados “influencers” a través de esos medios constituye una maquinaria dual en la que opera la seducción y el terror, opinó.
El lunes último, el Ministerio del Interior de Cuba reveló detalles de una operación de infiltración frustrada recientemente por fuerzas especializadas de ese organismo, dirigida a realizar atentados contra objetivos económicos, sociales y militares, con propósitos desestabilizadores.
Algunos de los implicados en la organización, planificación y financiamiento de esa acción están incluidos en la lista nacional de personas implicadas en actos de terrorismo contra Cuba, entre ellos Willy González, al frente de la organización paramilitar Nueva Nación Cubana en Armas, basada en la Florida. (Redacción digital. Con información de Prensa Latina)
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