Con la esperanza del mundo, espacio que la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) ha diseñado para los niños en julio y agosto, promueve valores culturales identitarios, mediante varias manifestaciones del arte.
“Me gustó mucho el teatro de las estaciones y también los disfraces; quisiera volver de nuevo porque las obras son muy bonitas, cada una con su propia historia”, comenta la pequeña Andrea López, integrante de un grupo de pequeños de visita el miércoles último en la sede de Uneac, en El Vedado habanero.
La muestra Con pincel de los otros, del diseñador escénico Zenén Calero, que expone la galería Villa Manuela, sigue llamando la atención de estos infantes que llegan a la institución, a partir de su acercamiento al diseño de títeres y muñecos.
Virginia Alberdi, directora
de esa sala expositiva de la Uneac, destacó la importancia de acercar al público infantil a
estos espacios de arte y cultura.
“Ese niño que viene hoy a
visitarnos con sus padres porque está de vacaciones, porque viene a ver esta
exposición que puede hacerle pasar un rato agradable, está recibiendo
documentación porque nosotros le explicamos quién es el artista, qué hace, le hablamos de la interacción entre
las manifestaciones”, subrayó Alberdi.
Virginia Alberdi. |
“Estos niños son un visitante potencial para
el futuro, los preparamos para que vayan al teatro, visiten las galerías,
porque toda esta información, este conocimiento, lo están reteniendo, están
disfrutando de lo que aprenden en un ambiente ameno, grato”, significó.
Acercar a los niños al
arte y la cultura, en la propia casa de los artistas e intelectuales cubanos, es una iniciativa que aplaude la
familia.
“Constituye una manera de
complementar el espacio de recreación que tienen en los parques y en otros
lugares; es muy bueno que la Uneac tenga un espacio para ellos, para que se
diviertan en medio de la semana y aprender, al mismo tiempo, de una manera muy
sana”, remarcó Yurién Heredia, la madre
de la pequeña Andrea.
También para el papá,
Raimer Granja, resulta un espacio muy importante porque “se socializan los
niños, se les enseñan los premios nacionales, obras de la literatura nacional y
universal; conversan, y todo eso les aporta a su acervo cultural”.
Con la esperanza del mundo ofrece un acercamiento a las artes
plásticas y escénicas, el audiovisual y la música, junto a otras opciones
culturales, como la venta de libros de Ediciones Unión.
Esta iniciativa promueve
una aproximación de los más jóvenes
al arte y la creación, como aporte de la Uneac al enriquecimiento espiritual y
la educación en valores de la sociedad cubana, desde la infancia. (Milena
Céspedes Milán. Fotos de la autora)
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