El Museo Nacional de Bellas Artes, de La Habana, recordó al pintor cubano Arístides Fernández por cumplirse este mes de julio el aniversario 120 de su natalicio.
Nacido el 20 de julio de 1904 en Güines, localidad entonces
perteneciente a la provincia de La Habana, 1934, este creador muy pronto se
vinculó a los artistas renovadores que, contrarios al academicismo,
contribuyeron a las primeras expresiones modernas de la plástica cubana.
Se ha dicho que las preocupaciones creadoras esenciales del
autor de El batey –el ámbito rural,
los campesinos, el tema social– lo ubican dentro de las coordenadas del “arte
nuevo”. Sin embargo, la intensidad y la austeridad con que abordó esos tópicos
lo alejaron de la exterioridad presente en los acercamientos a dichas
problemáticas realizados por algunos pintores de entonces.
El nombre de Arístides Fernández estuvo ausente de las
primeras exposiciones personales y colectivas de aquellos hacedores. Además, su
muerte prematura dejó interrumpida su escasa obra. Todo ello influyó en que no
fuera suficientemente apreciada por sus contemporáneos. La revalorización se
produjo de manera póstuma y fue José Lezama Lima uno de sus iniciadores, con un ensayo que publicó en 1935.
Siendo aún un niño se trasladó a la ciudad de La Habana con
su familia y en 1917 matriculó Dibujo
Elemental en la Academia de San Alejandro; en 1923 Anatomía y Antiguo Griego;
en 1924 Colorido y Anatomía; pero su paso por la escuela
solo sirvió para definir en él una actitud de rechazo a sus prácticas
envejecidas y para vincularlo a un grupo de jóvenes que combatiría el
clasicismo: Víctor Manuel, Domingo Ravenet, Romero Arciaga, Jorge Arche
y otros con los que trabajó en sesiones informales en su propia casa.
Este fue su verdadero aprendizaje, anárquico e insuficiente
pero realizado en una atmósfera de libertad creativa y desprejuiciada, y
alimentado en la pasión por una expresión moderna en Cuba. En este ambiente, fue
creando al mismo tiempo su obra literaria y pictórica, de íntimas
correspondencias expresivas, por la que es considerado un verdadero precursor.
(Redacción Digital, con información de Radio Enciclopedia y Ecured. Foto: Museo
Nacional de Bellas Artes).
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