La fundación del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, creado por el
líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, se rememoró en el habanero
municipio de Diez de Octubre.
A propósito de los 41 años de existencia
y justo donde nació como proyecto experimental en el policlínico Lawton, se desarrolló este lunes un acto de recordación,
con la presencia de las máximas autoridades locales, otras provinciales de
Salud Pública, fundadores del programa y representantes de instituciones de ese
sector en el territorio.
El Dr. Filiberto Pérez Ares, subdirector
del policlínico por aquellos días de 1984, destacó logros importantes en el
período, como la contribución clave a disminuir notoriamente la tasa de mortalidad infantil; las
numerosas enfermedades transmisibles erradicadas o prevenidas mediante el
establecimiento de un adecuado esquema
de vacunación; el desarrollo científico, tecnológico e investigativo, además
del incremento de la esperanza de vida al nacer.
Dr. Filiberto Pérez Ares. |
El modelo de medicina familiar se desarrolló durante
estos 41 años como el tercero de la atención médica del período revolucionario
en Cuba, como la expresión más acabada de la aplicación de la estrategia de
atención primaria de salud, dijo.
Sin embargo -consideró- aún muestra
potencial para la mejora en la organización, la calidad y la eficiencia de los
servicios. Es perfectible y susceptible a transformaciones para enfrentar nuevos
retos, el mayor de los cuales será renovar el modelo, mantener y fortalecer las
ideas fundacionales del programa,
así como también preservar los indicadores alcanzados.
En apretada síntesis, reflejó el Dr.
Pérez Ares el inmenso esfuerzo realizado en función de la atención primaria:
En 1984, bajo la
conducción y guía del Comandante en Jefe Fidel Castro, siempre atento a las
necesidades de nuestro pueblo, se implementó el 4 de enero de en este
policlínico de Lawton el modelo de medicina familiar, pionero en Cuba y, además,
ejemplo para la mayoría de los países,
incluso los de mayor estatus económico.
A este nuevo modelo se le denominó inicialmente
Plan del Médico de las 120 Familias,
como vía para la solución de la problemática existente en aquel momento. Diez
dúos de médicos y enfermeras constituyeron los primeros equipos básicos de
salud que comenzaron a trabajar entonces en locales adaptados, muchos de estos en
espacios cedidos por la propia comunidad.
Cada uno de esos equipos brindaba
atención médica integral a un promedio de 600 a 700 personas, aproximadamente
120 familias en aquella época, de ahí su primera denominación. La labor de
ellos se complementó desde un inicio con el apoyo de un grupo de especialistas
en funciones de supervisión, entrenamiento e interconsulta.
La Dra. María Josefa García Ávalo, una de
aquellas profesionales, nos cuenta de su labor:
Dra. María Josefa García Ávalo. |
El programa también recibió, para su
desarrollo, el apoyo del Partido Comunista de Cuba en el municipio de Diez de Octubre y de integrantes del equipo de
trabajo del Comandante en Jefe.
Fidel no solo aportó la idea del programa,
sino que también participó de manera activa en su creación.
“Cada
visita de Fidel a este centro, de las múltiples que realizó, cada reunión con
vecinos, médicos y enfermeras, era para nosotros una inyección de optimismo,
compromiso con la tarea asignada”, afirmó el Dr. Filiberto Pérez Ares,
quien argumentó:
Durante
los primeros meses de funcionamiento del modelo, se le informaba a diario a su
despacho acerca de la opinión de la población sobre el trabajo de los
médicos, cuántos casos se remitían al hospital, qué tipo de patologías se
atendían más frecuentemente, entre otros aspectos.
Él
orientó crear los círculos de abuelos y, en áreas próximas de los consultorios (un
patio, un portal), en horas tempranas de la mañana, el médico de familia
realizaba con sus pacientes ancianos los ejercicios físicos elementales.
Un
profesor, el doctor Raúl Mazorra, especialista en Medicina Deportiva,
nos atendía por el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y
Recreación; también se creó un círculo recreativo en la calle Tejar.
Con
frecuencia, recibimos las visitas de delegaciones extranjeras que eran traídas por
Fidel al policlínico, a las cuales explicaba en detalle las características de
nuestro modelo. La experiencia de Lawton se extendió en breve tiempo a todas
las provincias cubanas, incluidas regiones rurales y montañosas.
En 1985 surgió
la Residencia en Medicina General Integral, hoy denominada Medicina Familiar.
Desde entonces a la fecha, el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia ha mostrado su valía en el enfrentamiento de enfermedades y epidemias, y a juicio de los expertos, su mayor desafío está en realizar un proceso de renovación del modelo, al tiempo que se mantengan y fortalezcan las ideas fundacionales.
(Reyna C. Turro
Caró. Fotos de la autora)
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