Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, evento conmemorativa de los 20 años de la Cumbre de los Pueblos y el No al ALCA, desde el Palacio de la Revolución, el 4 de noviembre de 2025, “Año 67 de la Revolución”.
Queridos amigos y hermanos de lucha:
Hoy nos convoca la conmemoración de una derrota: la derrota
del plan imperial para engullirse, de un solo bocado, a los pueblos del Bravo a
la Patagonia.
Hoy celebramos una hazaña de la unidad, un triunfo de
Nuestra América, que hace veinte años dijo No al proyecto neoliberal de
integración; No al saqueo de recursos; No a la privatización de servicios
esenciales; No al aumento de la pobreza y la desigualdad en el continente.
El 4 de noviembre de 2005 se inscribió en la historia del
continente con un grito de independencia y rebeldía. Ese día Latinoamérica gritó con una sola voz:
¡No al ALCA!
Han pasado desde entonces veinte años, desde aquel entierro
en Mar del Plata, donde los pueblos de América sepultaron un plan imperialista
disfrazado de integración que pretendía someter nuestras economías, nuestras
culturas y nuestras vidas al gran capital transnacional.
No se trataba de libre comercio, sino de libre
explotación. No se trataba de la
integración, sino de absoluta subordinación.
Lo confirma el derrotero de los pequeños ALCA que se
firmaron, el trato prepotente, despectivo, como de amo a siervo, que les ha
dispensado el imperio a las naciones, cuyos gobiernos de entonces firmaron
acuerdos que son letra muerta cuando el emperador de turno decide imponer
medidas coercitivas y elevados aranceles.
En el recuento de estas horas, veinte años después, resulta
inevitable evocar las acciones de dos grandes de la historia latinoamericana y
mundial, quienes se opusieron a esta iniciativa desde sus orígenes. Dos líderes, cuyo legado digno y unitario nos
acompaña y acompañará por siempre: los comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo
Chávez Frías.
Fidel, con su profunda visión revolucionaria y
antimperialista, criticó públicamente al capitalismo transnacional globalizado,
desafiando lo que parecía ser el “sentido común de la época”.
Los eventos de Globalización y Problemas del Desarrollo y
los Encuentros Hemisféricos de Lucha contra el Área de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), creados por él; la Campaña Continental de Lucha contra el
ALCA, y sus discursos e intervenciones de aquellos años, fueron sólidos pilares
para el desmontaje del proyecto imperialista.
Y junto a él, Chávez, quien presentó la Alternativa
Bolivariana para las Américas (ALBA) como contraposición al ALCA. Una integración basada en la cooperación, no
en la competencia; en la hermandad, no en el lucro. Esos gigantes nos marcaron el camino. Nos enseñaron que la integración no es una
quimera, sino una necesidad histórica que no se puede construir sobre las
ruinas de nuestra soberanía.
Los principios no son negociables, y la dignidad y el valor
de los pueblos pueden más que todas las armas del imperio más poderoso de la
historia.
En ese camino se han experimentado avances y también
retrocesos que por momentos parecen dolorosamente definitivos, pero la lucha
continúa. La histórica victoria que hoy
celebramos es acicate fundamental ante
los enormes desafíos que nos toca enfrentar hoy, con la unidad como
escudo y baluarte.
La persistente amenaza de una intervención militar en
Venezuela es cada vez más alarmante. El
genocidio y la limpieza étnica en la Franja de Gaza y los intentos de anexión
de Cisjordania persisten, a pesar de los acuerdos. Y el bloqueo de los Estados Unidos contra
Cuba se recrudece en las palabras y en los hechos, incluso en medio de la
devastación que ahora mismo enfrentamos en el oriente del país como consecuencia
del paso de un gran huracán.
Hoy sigue siendo el momento de la unidad y ese momento es
imprescindible e impostergable. Y sigue
siendo pertinente aquella sacudida a la conciencia continental del líder
histórico de la Revolución Cubana, y cito:
“¿Hasta cuándo vamos a permanecer en el letargo? ¿Hasta cuándo vamos a ser piezas indefensas
de un continente a quien su libertador lo concibió como más digno, más grande?
[…] ¿Hasta cuándo vamos a permanecer
divididos? ¿Hasta cuándo vamos a ser
víctimas de intereses poderosos que se ensañan con cada uno de nuestros
pueblos? ¿Cuándo vamos a lanzar la gran
consigna de unión? Se lanza la consigna
de unidad dentro de las naciones, ¿por qué no se lanza también la consigna de
unidad de las naciones?”
Luchemos por una América Latina y Caribe real y
definitivamente libres del yugo imperialista.
Luchemos por sociedades equitativas y dignas donde los derechos
fundamentales no sean privilegios de unos pocos, sino beneficios para
todos. Luchemos sin cansarnos por la
bolivariana Patria Grande, libre y soberana, que fue sueño y empeño de nuestros
próceres.
Digamos otra vez: ¡No al ALCA! ¡Sí a la integración latinoamericana y
caribeña!
¡Vivan Fidel y Chávez!
¡Un mundo mejor es posible, necesario y urgente!
¡Hasta la victoria siempre, compañeros!
Autor: Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez
https://rciudadhabanaoficial.blogspot.com/2025/11/libro-en-homenaje-al-lider-cubano-fidel.html
(Tomado de CubaDebate)
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