Uno de los más emblemáticos restaurantes-bar de Cuba, El Floridita, que este año llega a su aniversario 205, ha sido incluido entre los 50 mejores bares de Norteamérica y el Caribe, una reconocida lista hecha pública recientemente en la ciudad de Nueva York.
Orlando Blanco
Blanco, administrador del sitio emplazado al inicio de la calle Obispo y donde
al decir de muchos se prepara el mejor daiquirí del mundo, aseveró que el
colectivo está feliz por el resultado, reflejo del alto estándar mantenido
durante años.
Resaltó el
ranking 50 Best, que los ubica en la posición 40, fue elaborado por más de 200
expertos en bebidas, entre los que se encuentran dueños de bares y camareros,
quienes eligieron en su mayoría a centros de Estados Unidos, Canadá y México. Solo dos son del Caribe: uno en Puerto Rico y el de Cuba.
Blanco Blanco
señaló que el reconocimiento viene a colmar las vitrinas del establecimiento y
se suma a otros, como el obtenido en 1953, cuando fue considerado por la afamada
revista Esquire entre los siete más famosos bares del mundo, y en 2016, al ser
catalogado entre los mejores 35 por el International Bar Drink.
Mencionó que
durante la parada obligatoria por la COVID-19 el restaurante
continuó ofreciendo variadas elaboraciones gastronómicas a la población y el
lugar fue remodelado, suceso que elogian hoy los clientes repitentes, ya amigos
de El Floridita, debido al excelente estado de conservación.
Dijo que muchos
cubanos también lo visitan, en su opinión porque, además de la calidad de las
ofertas, los precios son bastante atractivos respecto a los espacios del sector
no estatal en La Habana Vieja.
Sobre las
actividades que preparan para celebrar el cumpleaños 205 del establecimiento de
la extrahotelera Palmares y el aniversario 100 del Daiquirí No.4, creado por
Ribalaigua, están la jornada de clases de cantina, el Festival del Habano y una
competencia con jóvenes de hasta 23 años de edad para elaborar el famoso
cóctel.
Alejandro Bolívar
Rodríguez, cantinero de El Floridita durante más de 20 años, explicó que
preservan el legado de sus antecesores de las décadas del 50 y el 60 del pasado
siglo, momento en que el espacio alcanzó verdadera fama internacional.
Si bien el
contexto es complejo, seguimos apostando por reinventarnos a diario y suplir
las posibles faltas a base de creatividad, siempre en pos del mejor servicio,
acotó el administrador.
Los visitantes
que cada día llegan a la Cuna del Daiquirí se encuentran con la imponente
escultura a tamaño natural de Hemingway, creada por José Villa Soberón, y
recuerdo de la bohemia historia del bar-restaurante.
Foto tomada del Portal Cubarte. |
La presencia del escritor estadounidense va más allá de su figura en bronce, objeto de fotos y selfies; uno de los cócteles preferidos sigue siendo el que es en su honor, el Papa Hemingway, un daiquirí singular con ron Havana Club, jugo de toronja, hielo frappé, jugo de limón y licor marrasquino, componentes que se mezclan sin azúcar en la batidora.
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Fuente y fotos: ACN.