El Primer Secretario del Comité
Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel
Díaz-Canel, envió este viernes un mensaje a la Cumbre de los Pueblos, que sesiona
paralelamente a la IX Cumbre de Las Américas, con sede en la ciudad de Los
Ángeles, Estados Unidos.
TEXTO ÍNTEGRO DEL MENSAJE:
Manolo, compañeras y compañeros que participan en la Cumbre de los Pueblos:
No me equivoqué cuando dije que
yo no estaría en la Cumbre de las Américas, pero que sí estaría la voz de Cuba.
Ustedes son nuestra voz. La
Revolución siempre lo ha tenido muy claro: allí
donde los gobiernos nos nieguen la palabra, estarán los pueblos para
representarnos, para hablar en nuestro nombre.
Así ha sido desde aquellos
tiempos del Ministerio de las Colonias, gobiernos que fueron empujados por el
imperio a romper con Cuba y obedecieron la orden del amo, con la honrosa
excepción de México.
El ICAP, Instituto Cubano de
Amistad con los Pueblos, nació de esa comprensión.
La solidaridad no es sólo un principio inseparable de la práctica revolucionaria.
Es el arma más formidable para quienes creemos en el poder de las masas, en la
fuerza telúrica de los pueblos movilizados y en la inspiradora lucha por la
justicia social.
Donde quiera que haya pueblos en
lucha, siempre estará Cuba. Y dondequiera que esté Cuba, estarán los pueblos en
lucha.
La lucha que compartimos hoy
viene de otros siglos y ha costado la sangre de los mejores hijos de la Patria
Grande. Es contra el intento recolonizador del vecino poderoso sobre nuestras
tierras de América. Es contra el espíritu de la Doctrina Monroe que sigue
siendo guía y enfoque político de los Estados Unidos para nuestra región.
Es contra las políticas
imperiales de sanciones y castigos para los gobiernos que no se le someten. Es
contra la pretensión de los políticos estadounidenses de erigirse en policías y
jueces supremos, empeñados en decretar quiénes deben ser nuestros gobernantes y
hasta nuestra sociedad civil.
Cuba fue la primera nación
latinoamericana excluida de las alianzas hemisféricas por insubordinación al
imperio. Otras lo intentaron antes y les impusieron golpes de estado,
dictaduras, transnacionales del terror como la Operación Cóndor.
A Cuba la expulsaron de la OEA, la separaron de su entorno natural,
financiaron invasiones y aún financian agresiones diversas contra la Revolución.
Somos los honrosos sobrevivientes de 63 años de bloqueo y para vergüenza de ese
poderoso imperio, 30 veces más grande que nuestra Isla, estamos entre los
países del hemisferio con mejores
índices de educación, salubridad y desarrollo científico propio.
Hoy también se castiga con soberbia a la solidaria Venezuela,
robándole sus ahorros, sus bienes en el exterior y desconociendo a su legítimo
gobierno. Y se lanzan con saña al cuello de Nicaragua, a la que tantas veces en
la historia intentaron conquistar y alguna vez sometieron con una dictadura
fuertemente apadrinada por Washington.
Los pueblos saben. Los pueblos
tienen memoria. Los pueblos, que han hecho la Cumbre que nos quisieron impedir,
y también los gobiernos dignos que no se tragaron la denuncia y hablaron
igualmente por nosotros, todos entienden que si donde antes hubo una nación
castigada, ahora hay tres, mañana habrá diez, pero que si los pueblos se ponen
en fila, no pasará el gigante de las siete leguas que va por el cielo
engullendo mundos.
Gracias a esa comprensión, la IX Cumbre de las Américas no fue
exactamente lo que sus organizadores pretendían. La solidaridad se hizo
presente también donde no fue invitada, donde no la querían.
Por eso les pido compartir el
agradecimiento más sincero a los gobiernos de la región que se opusieron
firmemente a las exclusiones de Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre de las
Américas.
Merecen nuestro especial
reconocimiento el presidente Andrés Manuel López Obrador de México, el primer
ministro de San Vicente y las Granadinas Ralph Gonsalves, los presidentes de
Bolivia Lucho Arce y de Honduras Xiomara Castro, y los otros muchos líderes y
jefes de delegaciones caribeños y latinoamericanos que durante la propia Cumbre
han rechazado la exclusión de Cuba y el criminal bloqueo contra nuestro pueblo.
Norteamérica no es el enemigo. La Norteamérica de los trabajadores, de
los pueblos originarios y los inmigrantes, también excluidos, no una vez sino
cada día, por el despiadado imperio del mercado, esa Norteamérica que ustedes
nos muestran, rebelde y contestataria, propositiva y solidaria, no es ni será
nunca enemiga.
Gracias, hermanos y hermanas, por mostrar lo que los poderosos han
querido censurar y esconder durante tanto tiempo.
Gracias por darle voz a los
excluidos. Gracias por pintar de esperanzas el horizonte. Gracias por
ratificarnos nuevamente que un mundo mejor es posible. (Tomado del sitio de la
Presidencia y Gobierno de Cuba)