“Quiero que haga usted algo para mí, le dijo” Se me ocurre que le ponga usted música a un pregón popular…
¿Qué le parece? …
Cuenta Rita Montaner que en un “momentico” el inspirado compositor hilvanó la melodía criolla de dulces e incitantes notas, y sugerencias encantadoras que inmediatamente se popularizó en la Radio y que una Casa Editora de Estados Unidos lanzó varias ediciones.
Tras la saga de El Manisero su autor y su historia viajamos en estas líneas con el pretexto de rendir homenaje al creador de esta canción. Una invitación al exquisito fruto consumido en cucuruchos por la sociedad habanera que se hizo extensivo gracias a la voz de innumerables intérpretes que, la popularizaron en diversas latitudes.
Y no es casual el éxito de este tema que archiva para siempre el nombre de Moisés Simons en el pentagrama musical cubano, la historia cuenta que cuando surgió se encontraban juntos dos grandes de la música cubana, en la esquina Habanera de Barcelona y Amistad, en un café llamado El Autogiro. Sindo Garay, creador de la trova cubana, autor de grandes canciones como Perla Marina y Moisés Simons, quien encontró la inspiración en un vendedor de maní tostado que pregonaba a viva voz la mercancía.
El vendedor entró en el café, y Simons le compró un cucurucho de maní tostado… tal fue la impresión que esto causó a Simons que, en ese instante, en una servilleta, con una estilográfica quedaban plasmadas las cinco líneas de un pentagrama y las notas de un Son que recorrería el mundo.
Sindo le pregunta a Simons… ¿qué haces? Y este le responde: un pregón.
El Manisero es la obra más conocida de Moisés Simons, músico y compositor cubano que nació en Ciudad de la Habana el 24 de agosto de 1889. Desde muy pequeño comenzó a estudiar piano con la influencia de su padre Leandro Simón, músico español, y más tarde se convirtió en pianista de concierto y director musical para compañías de teatro lírico.
Y aunque muchas veces lo recordamos por el famoso pregón, la música de Moisés Simons tuvo prestigiosos escenarios, como el Teatro Martí, donde participó en comedias musicales del maestro Ernesto Lecuona y otros músicos cubanos.
Sus inquietudes como creador de la música y la composición se expresan cuando en 1924 Simons funda su Jazz Band donde tuvo la oportunidad de interactuar con músicos estrellas entre ellos Virgilio Diego en el piano, Alberto Socarrás en el violín, José Ramón Betancort en el saxo y otros relevantes músicos de la época.
Por esto y otros aportes dentro de la música cubana es considerado como un compositor de la edad de Oro junto a Alejandro García Caturla, Amadeo Roldán, Ernesto Lecuona, Eliseo Grenet, Gonzalo Roig, Rodrigo Prats, y Jorge Anckerman, todos ellos frente al reto que suponía la era del afrocubanismo, tendencia que reconocía la influencia de los negros en la Cultura musical cubana.
Su obra célebre es el son-pregón El Manisero compuesta en 1828 y estrenado por primera vez por la gran cantante Rita Montaner en el año 1930, más tarde se entona en Nueva Jersey por el cantante Antonio Machín, y luego se distribuye y convierte en el primer Boom de la música latina, abriendo el camino de la industria musical de la música de todo el continente
Pero la obra de Moisés Simons es aún más amplia, además de su amplio repertorio, fue investigador de la música cubana llegando a publicar sus trabajos en periódicos y revistas. Escribió música para películas, fue presidente de la Asociación de Solidaridad Musical y director técnico de la Sociedad Musical de Orquesta de Viento u orquestas típicas de la Habana.
Sin embargo, sin lugar a dudas, el son-pregón El manisero fue su tema más famoso, a tal punto que en Nueva York se llegó a filmar un corto cinematográfico con el nombre de Coconut vendor donde aparece Machín, uno de sus primeros intérpretes pregonando los famosos cucuruchos.
Moisés Simons, pasó gran parte de su carrera musical en Francia y mayormente en París, en la década del 30 y el comienzo de la década del 40, hasta el advenimiento de la segunda Guerra Mundial. Entonces retorna a Cuba en 1942 para poco más tarde partir hacia Tenerife y después a Madrid. Aquí firmó un contrato para realizar la música del filme Bambú. En este film se incluía su última composición Hoy como Ayer.
El autor de El manisero murió en Madrid en 1945, para entonces ya dejaba un legado dentro de la música cubana, partituras de operetas y Zarzuelas de las cuales se precia la historia de la música cubana: Deudas de Amor, La negra Quirina, Les achants des Tropiques, Niña Merced, Toi c’est moi, siendo muchas de ellas premiadas en París. Además de canciones populares como Cubanacán, Los tres golpes, Chivo que rompe Tambó, la trompetilla, Paso ñáñigo, Serenata Cubana, Hoy como ayer, son algunas de las piezas de su autoría.
En una ocasión el escritor cubano Alejo Carpentier elogió la capacidad musical, el buen gusto y el acoplamiento musical de Simons acotando que este se encontraba en el punto más alto de su carrera. Desde esta magistralidad hoy recordamos a Moisés Simons, el autor del manisero y de temas que hoy forman parte la identidad y la cultura cubana. (Cubarte)