Máximo Gómez y parte de su familia en 1904. |
Las grandes figuras dejan rastros de su energía vital en los sitios que habitan. El último aliento de una de las más relevantes personalidades de las gestas independentistas cubanas, Máximo Gómez Báez, fue dado en un cuarto de una casona de El Vedado; de esas que logran traslucir la memoria en sus paredes.
Esa casona ha sido testigo del devenir del primer barrio residencial de la ciudad de La Habana, estuvo en manos de diversos dueños, y desde ella se corrió la voz –el 17 de junio de 1905– de la muerte de ese hombre perpetuado en los libros de Historia de Cuba como El Generalísimo.
Máximo Gómez pasó los últimos días de su vida en la casona situada en la calle D, esquina a calle 5ta, en El Vedado; tenía entonces 69 años, y era el último sobreviviente de aquellos personajes a los que los ciudadanos identificaban como los ilustres del movimiento independentista cubano. Por este motivo, la noticia causó un gran impacto. Para verlo partir y hacer homenaje a su accionar acudieron al sitio numerosas personas con la voluntad de velar sus restos.
Salida del féretro de Máximo Gómez. El Fígaro, 1905. |
El valor otorgado a este inmueble incluye su significación histórica, asociada a ese dominicano que llevara con honor el cargo de Mayor General del Ejército Libertador de Cuba, pero también posee alta importancia arquitectónica y urbanística, pues es una de las casas más antiguas que se conserva en El Vedado. Dentro de las Regulaciones Urbanísticas de la ciudad de La Habana, se describe como una edificación con Grado de Protección I, ubicada en el área declarada zona de protección por su valor histórico-cultural.
Acto de colocación de la lápida conmemorativa en el primer aniversario de la muerte de Gómez. El Fígaro, 1906. |
Una tarja de mármol fue colocada en el primer aniversario del fallecimiento de Gómez, con la inscripción: “En esta casa murió el 17 de junio de 1905 el General Máximo Gómez. Por iniciativa del General Emilio Núñez, el Comité Liberal Nacional de El Vedado consagra a la memoria del glorioso libertador este recuerdo. 17 de junio de 1906”, esta continúa siendo el símbolo del respeto y la admiración que los cubanos le profesan a esta personalidad. A la tarja conmemorativa se añadió tiempo después, a modo de recordatorio, un busto, el cual fue situado en el jardín de la vivienda.
En el presente la casona de 5ta y D se encuentra inmersa en un complejo proceso de restauración, que aspira a exaltar sus valores, y a transmitirlos de manera adecuada para lograr su preservación, a partir del conocimiento y la sensibilidad. Este inmueble se destinó a disímiles funciones a lo largo de los años, hasta que en 2018 la Empresa de Arquitectura y Urbanismo RESTAURA de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana asumió las labores de recuperación, junto a la Cooperativa Pirámide a cargo de la reconstrucción.
En la actualidad, según informó a Habana Radio María Isabel Martínez, Jefa del Departamento de Inversiones de Malecón y Extramuros de la Unidad Presupuestada Inversionista de la OHCH, la edificación está recibiendo recursos y fuerza de trabajo para asegurar la protección de los valores patrimoniales que definen a la casona.
Cuando la empresa RESTAURA asumió el proyecto, con el Arquitecto Aníbal del Prado al frente, el inmueble se encontraba en un estado constructivo muy precario. En una primera etapa se procedió a realizar la limpieza general de áreas verdes, demoliciones de todos los repellos abofados que existían y retirada de escombros. Además, se realizaron labores de restauración de los parámetros verticales que se pudieron restablecer con la azotea.
En estos momentos, el paseante que se acerque a esa zona, donde ya alcanzamos a respirar la brisa del mar, percibirá que la parcela en que se ubica la casona está preservada por vallas, para evitar que los muros sean dañados. Al adentrarnos puede constatarse que la planta baja de la edificación ha sido apuntalada en su totalidad. En la etapa actual del proyecto se emprende el proceso de apuntalamiento de su segunda planta. La casona tenía un sistema de viga y losa en muy malas condiciones constructivas, por tanto, ha sido indispensable tomar la decisión de demoler tanto la losa de entrepiso como la de cubierta. De este modo, la próxima fase, al concluir la demolición, estará dedicada a implementar el sistema de vigueta y bovedilla, y dar una atención idónea al estado estructural de la casona.
Este lugar tendrá en la planta baja salas para conferencias y actos, y en ellas se intentará hacer un acercamiento a la figura de Máximo Gómez desde el final de la Guerra de Independencia hasta su muerte, con énfasis en su dimensión humana y sus relaciones familiares, aspectos menos divulgados y conocidos de su agitada existencia. También destaca que será recreado el cuarto donde se conoce falleció el Generalísimo, este será un espacio de recreación simbólica, pues los muebles y objetos originales de la habitación mortuoria de Máximo Gómez se encuentran preservados en el Centro de Veteranos de Cárdenas. El proyecto además prevé rehabilitar el portal corrido y la entrada principal por calle 5ta, como era la disposición original del inmueble.
La materialización de ese sueño de recuperar el espacio y ofrecer un tributo a la memoria de Máximo Gómez, necesariamente nos remite a Eusebio Leal Spengler, quien en vida dejó clara su admiración por este patriota y concibió varios proyectos para enaltecer su legado. De esta manera, una vez concluida la rehabilitación, desde la casona de 5ta y D y hasta a la Quinta de Los Molinos, pasando por el monumento emplazado de cara al Malecón habanero, se trazará una línea de comprensión del Generalísimo, pues como afirmó el propio Eusebio Leal en el acto de reinauguración de las salas expositivas del Cuartel General del Ejército Libertador: “Todo mérito personal es declinable. Mis colaboradores de patrimonio, el director de los museos, los restauradores, conservadores, los arquitectos, todos colocan hoy al pie de la memoria de los padres fundadores todo honor y toda gloria, porque ella pertenece por completo a ellos, y solamente a Cuba, nuestra madre amantísisma”. Una expresión que entronca con las profundas convicciones de Máximo Gómez.
Una vez rehabilitada, la antigua casona acogerá, como referimos anteriormente, el Memorial Máximo Gómez, que evocará la figura del Generalísimo domincano-cubano. A la vez, será la sede oficial de la Unión de Historiadores de Cuba y de su filial provincial. Asimismo, el sitio tendrá oficinas, salones para reuniones y un Centro de Información digitalizada, donde se pondrán a disposición de los visitantes materiales documentales para la realización de investigaciones sobre la trayectoria vital de Gómez y otros asuntos de interés histórico. (Habana Radio)