Las ondas tropicales y sus características


Las ondas tropicales u ondas del Este constituyen un tipo de vaguada, es decir, un área alargada de relativa baja presión orientada de Norte a Sur.

Se mueven de Este a Oeste a través de los trópicos, causando áreas de nubes y tormentas que se observan por lo general detrás del eje de la Onda. Estas son transportadas por los vientos alisios, que soplan paralelamente a los trópicos y pueden conducir a la formación de ciclones tropicales en las cuencas del Atlántico Norte y del Pacífico Nororiental.

Estos fenómenos se desarrollan a partir de perturbaciones que se derivan fuera del continente africano hacia el océano Atlántico. Su movimiento está influenciado en gran medida por la circulación horaria del gran Anticiclón Subtropical Azores-Bermudas, centrado en las inmediaciones de las islas homónimas, que las impulsan desde las áreas costeras del norte de África hacia el Caribe y América Central.

Tren de Ondas Tropicales moviéndose de Este a Oeste.

Precisamente, durante el mes de julio ha sido constante la llegada de estos fenómenos a nuestra región, los que no han logrado desarrollarse como sistema ciclónico, al carecer de las condiciones necesarias para ello, algo normal para esta época del año.

No obstante, suelen generar gran actividad de lluvias sobre tierra, si se combinan con el fuerte calentamiento y si, además, coinciden con la presencia de una baja superior, aportando gran inestabilidad y condiciones para el desarrollo de tormentas de verano.

Aproximadamente el 60 por ciento de los ciclones tropicales se origina a partir de ondas tropicales, mientras que cerca del 85 por ciento de los huracanes más intensos del Atlántico (de categoría 3 y más, en la escala Saffir-Simpson) se desarrollan a partir de ellas. Como dato curioso, sépase que los ciclones pueden, en ocasiones, degenerar nuevamente en una onda tropical.

Si una de ellas se mueve velozmente, puede tener vientos tan o más intensos que los de una tormenta tropical. Sin embargo, no se le considerará como tal a menos que presente una circulación cerrada. Un ejemplo de ello fue el huracán Claudette en 2003, cuando la onda originaria alcanzó vientos de 72 kilómetros por hora, antes de desarrollar circulación. (Cubadebate)

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