Acosta Ferrer, jefe de la
compañía del Comando No. 1 del Cuerpo de Bomberos de La Habana, enfrenta a esta
hora el incendio
de grandes proporciones acaecido en la base de súpertanqueros ubicada en la
provincia de Matanzas, provocado por un rayo el viernes último.
Tres meses antes, tampoco durmió prácticamente tras la explosiónen el hotel habanero Saratoga, cuando un camión cisterna con gas licuado servía a las instalaciones del bello recinto, siniestro que dejó 99 heridos y 47 fallecidos, y causó severos daños a la infraestructura de esa edificación y de varias a su alrededor.
Hay que ser muy fuerte de
espíritu para ver ante sí tanta tragedia, sin perder el aplomo y la pericia,
como lo hace este hombre.
Lo demostró, asimismo, cuando estuvo
entre quienes debieron movilizarse ante el
accidenteaéreo del 18 de mayo de 2018 en las inmediaciones del Aeropuerto
Internacional José Martí, que dejó un saldo de 112 víctimas fatales.
Lo demostró cuando las
inundaciones que azotaron La Habana en años recientes.
Lo demuestra ahora, al acudir al llamado del alma cubana en la provincia
de Matanzas.